¿Qué Dice La Biblia Sobre El Dolor Y El Sufrimiento? ¿Dónde Está Dios Cuando Sufrimos?

“Asimismo te apartará de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro, Y te preparará mesa llena de grosura” Job 36:16 (RV1960)

Algunas veces Dios puede usar el dolor para guardarte y protegerte.

El dolor en un área de tu vida puede evitar que tengas un dolor aún peor en otra área; te protege de un daño mayor. ¡De esta manera, el dolor puede ser una bendición disfrazada! Por ejemplo, la fiebre te avisa que una infección debe tratarse. Un dolor pequeño puede avisarte de una enfermedad que podría ser de muerte.

Cuando sientes dolor emocional, a menudo significa que algo no funciona en tu relación con Dios, con los demás o contigo mismo. Él emplea el dolor para evitar que vayas hacia una trampa que no puedes ver. Mira lo que dice Job 36:16 “Dios te está llamando de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro” (RV1960).

Recuerda la historia de José: Todo en su vida salió mal en los primeros 40 años. Sufrió con todo tipo de injusticias. Se enfrentó al racismo, fue acusado de violación y vivió conflictos familiares extremos. Lo metieron en prisión injustamente. Y fue dolorosamente maltratado una y otra vez, año tras año. Pero Dios lo estaba cuidando, protegiendo, guiando, dándole madurez y preparándolo para la grandeza.

En Génesis 50:20, José está hablando con las personas que provocaron su dolor y lo vendieron como esclavo. Él está mirando hacia atrás y viendo todo lo que había pasado, y presta atención a lo que dice sobre el dolor por el cual pasó: “Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” (RV1960).

Dios está haciendo lo mismo con tu dolor. Pero debido a que no puedes ver el cuadro completo, frecuentemente te impacientas porque no entiendes sus propósitos y planes para contigo.

Cuando te desanimes y pienses que todo lo que has vivido es en vano, debes recordar lo que está escrito en el libro de Juan 13:7, donde Jesús dice: “Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; más lo entenderás después.” (RV1960).

Es posible que no puedas ver la imagen completa ahora. Tal vez no lo entiendas todo aquí en la tierra, o por qué te han sucedido estas cosas, pero un día lo entenderás. Y mientras esperas, puedes confiar en que Dios está obrando y usando tu dolor para guardarte y protegerte. No lo olvides: ¡Tu dolor nunca será en vano para Dios!