Una mujer que sufrió un ACV (Accidente Cerebrovascular) fue sanada a distancia después de que el pastor Robert Clancy orara por ella durante una conferencia de avivamiento en Sudáfrica. El líder compartió el testimonio en su Instagram y relató cómo todo sucedió.

La mujer, que había perdido la visión y la movilidad del brazo derecho debido al ACV, se enteró del evento con los pastores Robert y Kabelo y anhelaba asistir para recibir oración por su sanidad. Sin embargo, no pudo acudir a la conferencia.

Una amiga de la mujer, presente en el evento, tuvo la idea de pedir oración por ella, mostrando una foto suya en su teléfono celular. Robert Clancy intercedió por un milagro a distancia y, algunos días después, la mujer fue sanada.

«No podía usar su mano derecha y hoy estaba lavando ropa. Su mano está completamente sanada. Gloria a Dios por su maravillosa obra», testificó la amiga.

A pesar de la sanidad del brazo, el pastor y otros cristianos continúan orando por la recuperación de la visión de la mujer.

«Cremos que el Señor restaurará su visión al 100%», declaró la amiga.

Robert Clancy es un misionero y evangelista australiano que ha predicado el Evangelio en países de Asia, África y América a través de su ministerio The Narrow Path Ministries International. Él cree que el poder de Dios no tiene límites y puede sanar a las personas a distancia, siempre y cuando haya fe e intercesión.

Nuestra redacción cree que este testimonio es un poderoso recordatorio del poder sanador de Dios. A través de la oración ferviente y la fe en la intervención divina, presenciamos cómo una mujer experimentó una sanidad milagrosa, incluso a distancia. Este testimonio nos desafía a creer en el poder sobrenatural de Dios y a confiar en su capacidad para obrar maravillas en nuestras vidas, incluso cuando las circunstancias parecen imposibles.

La historia también enfatiza la importancia de la intercesión y la unidad en la fe. A través de la solicitud de oración de la amiga de la mujer, el pastor Robert Clancy pudo interceder por su sanidad. Esto nos recuerda la necesidad de apoyarnos mutuamente en la oración y creer que Dios puede actuar en respuesta a nuestras súplicas.

Que este testimonio inspire a otros a buscar la sanidad y la intervención divina, confiando en el poder ilimitado de Dios para obrar milagros en cualquier situación. Como creyentes, debemos perseverar en la fe y mantenernos firmes en la confianza de que Dios es capaz de hacer mucho más de lo que podemos imaginar.