En una historia sorprendente que desafía todas las expectativas, un hombre encarcelado y anteriormente devoto de Satanás ha experimentado un cambio radical en su vida. Atrapado tras las rejas y desesperado por encontrar una forma de escape, este hombre creía que su lealtad al diablo sería su salvación. Pero, Dios tenía un plan y un propósito diferente para él.

Condenado a cumplir una larga pena de 25 años, este hombre lleno de ira y resentimiento hacia Dios pensó que el maligno lo liberaría de su encierro. Pero lo que ocurrió en su celda de prisión dejó a todos asombrados.

Al encontrarse con una Biblia en su celda, su inicial desprecio hacia ella se desvaneció repentinamente. La ira fue reemplazada por un sentimiento de gratitud abrumadora.

«Al principio, tomé la Biblia con un bolígrafo y dibujé un símbolo satánico en la primera página, ya que era un devoto del enemigo. La arrojé a un rincón de la celda, impulsado por mi odio. Aunque creía que adorando al enemigo sería liberado, estaba profundamente equivocado. Me di cuenta de que debía leer los planes del enemigo si quería mantenerme inteligente», relata el hombre, visiblemente conmovido.

Más aún, algo extraordinario sucedió cuando comenzó a leer las páginas de la Biblia. Sintió que Dios le hablaba directamente, guiándolo en su búsqueda de redención. «Sentí como si Dios me tomara suavemente de las orejas, llevándome a una habitación y diciéndome: ‘Tenemos que tener una pequeña charla», recuerda el hombre, profundamente conmovido por la experiencia divina.

En la tercera noche, sintiéndose perdido y abrumado por la perspectiva de pasar décadas tras las rejas, se arrodilló y elevó una oración desde lo más profundo de su corazón. «Jesús, si realmente existes, te daré una oportunidad», oró. En ese momento, su vida cambió por completo. No hubo visitantes, solo la presencia de la Biblia en su celda.

En su última noche en prisión, mientras reflexionaba sobre su transformación, se arrodilló y oró sinceramente: «Dios, has sido tan bueno conmigo, me has protegido en todo momento. ¿Cómo puedo honrarte?». Y la respuesta resonó en su interior: «Simplemente, ora a diario y lee Mi Palabra».

Este testimonio impactante demuestra el poder transformador de la fe, incluso en los lugares más oscuros. La Biblia, a pesar de todas las adversidades, fue el instrumento que condujo a este hombre hacia la salvación y la esperanza.

La historia de este hombre en prisión es un poderoso recordatorio de que el amor y la gracia de Dios están disponibles para todos, incluso para aquellos que se sienten perdidos y sin esperanza. La Biblia, una vez objeto de burla, se convirtió en su guía y fuente de fortaleza en medio de la adversidad.

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