La predicación, como vehículo principal para la transmisión de la Palabra de Dios y la promoción del Evangelio, juega un papel fundamental en la vida de la iglesia y en la difusión del mensaje cristiano en el mundo. Pero, a pesar de su importancia innegable, hay circunstancias y situaciones en las que la predicación puede tener consecuencias no deseadas y perjudiciales en lugar de fomentar el crecimiento espiritual y la edificación de la iglesia del Señor.

Identificar estas ocasiones en las que la predicación puede tener un impacto negativo es crucial para los pastores y predicadores, ya que les permite identificar y abordar de manera efectiva los desafíos que enfrentan al comunicar la Palabra de Dios. Desde la falta de autenticidad y relevancia hasta la manipulación y la enseñanza errónea, hay una variedad de situaciones en las que la predicación puede desviar a los oyentes de la verdad bíblica y obstaculizar su crecimiento espiritual.

En este escrito, veremos dieciocho ocasiones específicas en las que la predicación puede perjudicar más de lo que ayuda, proporcionando un análisis profundo y práctico de cada situación y ofreciendo orientación sobre cómo tomar estos desafíos de manera constructiva y transformadora. Al comprender mejor las dinámicas y los riesgos involucrados en la predicación, los líderes pueden fortalecer su ministerio y promover un ambiente en el que la Palabra de Dios sea proclamada con integridad, claridad y efectividad para el beneficio y crecimiento de la iglesia del Señor.

1. Perpetuar el «Falso Yo»

Versículos Bíblicos:

• Juan 15:5: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»
  
• Gálatas 2:20: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.»

Estos versículos resaltan la importancia de morir al «falso yo» y vivir en Cristo. Al perpetuar un mensaje centrado en la autorrealización sin una dependencia genuina de Jesucristo, los predicadores desvían a los creyentes de la verdad de que solo en Cristo encontramos verdadera vida y propósito.

2. Predicar Verdades a Medias

Versículos Bíblicos:

• Hechos 20:27: «Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.»
  
• Juan 1:14: «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.»

Pablo nos anima a predicar todo el consejo de Dios, y Jesucristo mismo vino lleno de gracia y verdad. La predicación equilibrada entre gracia y verdad es vital para evitar el legalismo o el libertinaje y para llevar a los creyentes a una comprensión total del evangelio.

3. Sacar las Escrituras de Contexto

Versículos Bíblicos:

• 2 Timoteo 2:15: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.»
  
• Juan 5:39: «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.»

Es fundamental interpretar las Escrituras dentro de su contexto para comprender su verdadero significado. Esto implica estudiar diligentemente y comparar las Escrituras para obtener una comprensión completa de la voluntad de Dios y evitar tergiversaciones doctrinales.

4. Promover Nuestra Propia Agenda

Versículos Bíblicos:

• Jeremías 23:21: «No envié yo aquellos profetas, y ellos corrían; no les hablé yo, y ellos profetizaban.»
• 
  2 Pedro 2:3: «Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.»

Cuando los predicadores promueven sus propias agendas en lugar de la voluntad de Dios, están en peligro de caer en la condenación. Es esencial buscar la guía del Espíritu Santo y predicar fielmente la Palabra de Dios, evitando manipular a la congregación para sus propios fines egoístas.

5. Predicar por Frustración e Ira

Versículos Bíblicos:

• Santiago 1:20: «Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.»
• 
  Efesios 4:26: «Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.»

La predicación motivada por la ira o la frustración puede llevar a un mensaje distorsionado y perjudicial para la congregación. Es crucial que los predicadores aborden primero sus propias emociones y busquen el consejo y la sanidad de Dios antes de ministrar a otros.

6. Predicar Continuamente sin Crecimiento Personal

Versículos Bíblicos:

• Hechos 20:27: «Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.»
• 
  1 Crónicas 12:32: «Y de los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuya orden seguían todos sus hermanos.»

Los predicadores deben estar en constante crecimiento espiritual y teológico para poder impartir sabiduría y dirección a sus congregaciones. Esto implica estudiar diligentemente la Palabra de Dios y buscar continuamente la revelación del Espíritu Santo para mantenerse relevantes y efectivos en su ministerio.

7. Predicar lo Ideal sin Contextualizar con lo Real

Versículos Bíblicos:

• Juan 1:14: «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.»
• 
  Mateo 9:12-13: «Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.»

Es esencial equilibrar la predicación de lo ideal con la comprensión de la realidad humana y la misericordia de Dios. Los predicadores deben contextualizar las verdades bíblicas con la experiencia y las luchas de su congregación para ofrecer un mensaje relevante y compasivo que promueva la transformación genuina.

8. Poner Cargas Pesadas Sobre la Gente que no Proviene de Dios

Versículos Bíblicos:

• Mateo 23:4: «Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.»
• 
  1 Pedro 5:2-3: «Pastoread el rebaño de Dios, que está entre vosotros, cuidando de él, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos del rebaño.»

Los líderes cristianos deben guiar a su rebaño con amor y compasión, evitando imponer cargas pesadas que no están respaldadas por la voluntad de Dios. Es importante liderar con humildad y diligencia, sirviendo como ejemplos de la gracia y el amor de Cristo en lugar de ejercer autoridad opresiva sobre los creyentes.

9. Predicar por Frustración, Ira y Agotamiento en lugar de por un Desbordamiento Divino

Versículos Bíblicos:

• Santiago 1:20: «Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.»
  
• Filipenses 4:7: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.»

Los predicadores deben predicar desde un lugar de paz y descanso en Dios, evitando ser impulsados por emociones negativas como la ira y el agotamiento. Al depender del Espíritu Santo y buscar continuamente la renovación espiritual, los líderes pueden compartir la Palabra de Dios con claridad y poder, transmitiendo el amor y la gracia de Cristo a su congregación.

10. Predicar Continuamente desde Nuestro Paradigma Limitado y Nunca Crecer

Versículos Bíblicos:

• Proverbios 4:18: «Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.»
  
• 2 Pedro 3:18: «Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.»

El crecimiento espiritual es un proceso continuo para todo cristiano, incluidos los líderes y predicadores. Es importante que los ministros se esfuercen por expandir su comprensión de la Palabra de Dios y su relación con Él, evitando estancarse en un paradigma limitado. Al cultivar una mentalidad de aprendizaje y crecimiento, los predicadores pueden liderar con mayor sabiduría y efectividad, guiando a otros hacia una mayor madurez espiritual.

11. Ser Meros Ecos y no una Voz

Versículos Bíblicos:

• Jeremías 23:22: «Pero si hubieran estado en mi consejo, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino y de la maldad de sus obras.»
  
• 1 Tesalonicenses 2:13: «Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.»

Los predicadores deben ser canales auténticos de la Palabra de Dios, transmitiendo sus verdades con integridad y fidelidad. En lugar de simplemente repetir lo que otros dicen o seguir las tendencias populares, los líderes deben buscar revelación fresca del Espíritu Santo y comunicarla con convicción y claridad. Al ser voces genuinas que proclaman la verdad de Dios, los predicadores pueden impactar poderosamente a sus congregaciones y llevarlas hacia una relación más profunda con Cristo.

Conclusión

En resumen, los predicadores tienen la responsabilidad sagrada de proclamar la Palabra de Dios con integridad, autoridad y claridad. Al evitar las trampas de la superficialidad, la manipulación y la complacencia, y al comprometerse con un crecimiento espiritual continuo, los líderes pueden ejercer un impacto perdurable en sus congregaciones y en el mundo que los rodea. Que cada predicador sea fiel a su llamado, buscando siempre ser una voz auténtica del Evangelio y un instrumento poderoso en las manos de Dios para la transformación de vidas y la expansión de SU Reino.