Hola mis amados:

Nos hemos topado muchas veces con personas inseguras, les sucede eso por varias razones que nos enumeran en este mensaje, por tanto si es tu caso lee atentamente y confio que te ayude a superarlo, porque no hay nada mejor como la seguridad, la confianza en si mismo y la fe en Jesús que nos ayuda a todo, a que logremos lo propuesto, por tanto animo y continua adelante.

LA INSEGURIDAD PERSONAL.

Por: Marcos Witt

Los líderes inseguros son una amenaza. Son un verdadero problema. La seguridad personal es una de las características indispensables para un buen liderazgo. Un líder que lucha con su identidad personal es un líder que causará muchos problemas en las vidas de sus seguidores.

Permítame explicar:

1.      La inseguridad produce inestabilidad. Un líder que no está seguro de quién es, luchará mucho en ayudar a otros a saber quiénes son. La mayoría de estos líderes viven luchando tanto con sus propias identidades que a la hora de tener que dar liderazgo a sus seguidores, están cansados emocionalmente al grado que se hacen vulnerables a cometer graves errores de cálculo y decisión.

2.      La inseguridad produce necesidades emocionales irregulares. Cuando una persona no se siente segura, corre el riesgo de buscar el favor de las personas y de quedar bien con la gente con el fin de llenar el vacío emocional que le produce la inseguridad. Esto es peligroso porque el líder que siente la necesidad de guiar para llenar alguna necesidad emocional no tendrá claros los pensamientos y sus razonamientos estarán empañados con la neblina de sus necesidades emocionales. por ejemplo, tomará decisiones en base a lo que cree que le acarreará favor con ciertos individuos, llenando así su necesidad emocional, en lugar de tomar decisiones que redundarán en el avance de la organización. En pocas palabras, la inseguridad busca la popularidad en lugar de la estabilidad.

3.      La inseguridad produce despotismo. Aquel líder que no está seguro de sí mismo lo intentará cubrir con una máscara de superioridad absoluta. Se la vive recordándole a todo mundo que él es la máxima autoridad, reclamando que todos se sometan a su voluntad y decisión. La razón principal que lo tiene que repetir tantas veces es porque él mismo necesita escucharlo porque se está tratando de convencer que él es la cabeza. Líderes seguros no tienen necesidad de estar reclamando su autoridad porque saben quiénes son. No hace falta reclamar la autoridad cuando se sabe que la tiene. Si se tiene que reclamar la autoridad es porque ya se perdió. Los líderes inseguros contínuamente reclaman su autoridad y viven como dictadores y no como servidores.

4.      La inseguridad produce insipidez. El otro extremo al punto anterior es que un líder inseguro si no recae en despotismo será insípido. No confrontará a nadie, no tomará decisiones firmes, no determinará las cosas sino que vivirá como paja en el viento doblándose para dondequiera que le sople las circunstancias. Muchos líderes políticos tienen esta tendencia, por ejemplo. Viven de acuerdo a las más recientes encuestas en lugar de vivir en acorde a sus principios y valores. De hecho, muchos de ellos permiten que las circunstancias definan sus principios y los cambian con cada viento que sopla. Esto es sumamente peligroso y el desastre que acarrea en la vida de sus seguidores es incalculable.

Estas son solo algunas de las razones por las que es tan importante encontrarnos en Dios y establecer bases firmes en Él para poder guiar con valor. El conocerlo a Él nos dará la seguridad de saber que en Él somos libres, perdonados y aceptados. Eso nos traerá seguridad, confianza y templanza a la hora de guiar.

El Apóstol Pablo escribió que en Dios estamos «completos» (Colosenses 2:10). Eso quiere decir que cuando nos encontramos en Dios, no nos hace falta nada. Él nos completa, nos da su seguridad, nos da su dirección, nos da su mano y su protección. Es indispensable conocerlo a Él para ser un líder seguro. Sin Él, no somos ni una cuarta parte de lo que podríamos ser. Él es el maximizador de nuestro potencial. Él es el estabilizador de nuestras emociones y el que lo llena todo en todo (Efesios 1:23).

Alejémonos de toda inseguridad acercándonos al Señor. Hagámoslo por el bien personal y de todas aquellas personas que están esperando dirección de parte nuestra.

LO QUE DEBEMOS SER

    Bastante firmes como para soportar la crítica sin desalentarnos.

    Bastante generosos como para compartir nuestros placeres.

    Bastante valientes como para hacer lo bueno sin temer la censura y el ridículo.

    Bastante veraces como para cumplir con nuestra palabra.

    Bastante corteses como para nunca decir una palabra dura a nadie.

    Bastante honorables como para hacer a otros como quisiéramos que se nos hiciese.

    Bastante sabios como para ver las cualidades valiosas de nuestros asociados. 

    Bastante urbanos como para no juzgar a la gente por su traje.

    Bastante leales como para ser fieles a un amigo a pesar de sus reveses de fortuna.

    Bastante sinceros como para admitir un defecto.

    Bastante sensatos como para escuchar los consejos de los mayores y más experimentados. 

    Bastante inteligentes como para apreciar las bellezas de la naturaleza.

    Bastante amplios de miras como para sentir admiración pero nunca envidia, hacia aquel que nos supera.

    Bastante humanos como para ser bondadosos con los animales.

    Bastante caritativos como para ayudar a un semejante en dificultades.

    Bastante agradecidos como para darnos completamente sin reservas diciendo:  «Te serviré dondequiera y cuando quiera, y haciendo cualquier cosa para el hijo de Dios y los hijos de los hombres.»

Braulio Pérez Marcio

Como vemos cada dia debemos dar mas de nosotros mismos, no la misma porcion, porque si recibimos de Dios tantas bendiciones El espera que igualmente nosotros compartamos con los demas, porque el servir es lo primordial en la vida y hay miles de personas que estan necesitadas de nosotros, asi que entre mas sembremos, mejor sera la cosecha en el Reino de los cielos, no nos cansemos entonces de hacer el bien a todos.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.