Queridos hermanos y hermanas, hoy les traigo una reflexión inspirada en la comparación entre moscas y abejas. En nuestro viaje por la vida, encontramos diversos tipos de personas, algunas similares a moscas, atraídas por impurezas, y otras como abejas, buscando el néctar de la fe y la belleza.

1. La Naturaleza Dual del Ser Humano:

a. La Atracción por lo Podrido: La Mosca Interior

• Proverbios 13:20: «El que anda con sabios será sabio, pero el que se junta con necios saldrá mal parado.»
  
  • La naturaleza humana es susceptible a la influencia negativa. La atracción por lo negativo, como el chisme, la crítica y la maldad, nos convierte en «moscas». Rodearnos de personas negativas, nos contamina y nos aleja de la luz.
    
• 1 Corintios 15:33: «No se dejen engañar: ‘Las malas compañías corrompen las buenas costumbres’.»
  
  • La exposición constante a la negatividad corrompe nuestros valores y principios. Es crucial discernir con quién nos relacionamos para proteger nuestra salud espiritual.

b. El Anhelo de lo Puro: La Abeja Interior

• Filipenses 4:8: «Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.»
  
  • Dentro de nosotros reside un anhelo de Dios por la pureza, la bondad y la belleza. Las «abejas» buscan activamente lo que es bueno, nutriéndose de la sabiduría y la fe. Fijar nuestra atención en lo positivo nos transforma y nos acerca a Dios.
    
• Mateo 6:22: «El ojo es la lámpara del cuerpo. Así que, si tu visión es clara, tu cuerpo entero estará lleno de luz.»
  
  • Nuestra perspectiva determina nuestra experiencia de vida. Cultivar una mirada de fe nos permite ver la belleza en el mundo y en las personas. Un «ojo sano» nos convierte en «abejas» que buscan y esparcen la luz.

2. Construyendo un Panal de Miel: La Iglesia de Fe

a. La Importancia de la Comunidad:

• Proverbios 27:17: «El hierro se afila con el hierro, y el hombre se aguza en el trato con el hombre.»
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    El crecimiento espiritual se nutre de la interacción con otros creyentes. Rodearnos de «abejas» nos motiva a ser mejores personas y nos protege de las «moscas». La comunidad de fe nos ayuda a mantener una mirada positiva y a cultivar valores puros.
    
• 1 Tesalonicenses 5:11: «Por lo tanto, anímense y edifíquense unos a otros, así como lo vienen haciendo.»
  
  • El apoyo mutuo es fundamental para perseverar en la fe. Ser «abejas» implica construir un panal de miel donde la colaboración y el aliento sean pilares. Juntos, podemos enfrentar las tentaciones y mantenernos firmes en la luz de Cristo.

b. La Transformación del Entorno:

• Mateo 5:14: «Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.»
  
  • Como «abejas», tenemos la capacidad de transformar nuestro entorno. Nuestra luz interior irradia a los demás, atrayendo a aquellos que buscan la verdad y la esperanza. Juntos, podemos convertir el mundo en un panal de miel donde la fe y la bondad prosperen.

3. Un Desafío Constante: Ser Abejas en un Mundo de Moscas

a. Cultivar una Mente Renovada:

• Romanos 12:2: «No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.»
  
  • La transformación interior es un proceso continuo. Debemos alimentar nuestra mente con pensamientos positivos y palabras de aliento. La oración y la meditación nos ayudan a mantener una conexión profunda con Dios. La renovación de nuestro pensamiento es esencial para ser «abejas».
    
• Efesios 4:23: «Renúevense en la actitud de su mente.»
  
  • Debemos alejarnos de la mentalidad negativa del mundo y adoptar la perspectiva de Dios. La Biblia nos brinda la sabiduría y la guía para discernir entre lo bueno y lo malo.

b. Ser Portadores de Luz y Esperanza:

• Mateo 5:14: «Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.»
  
  • Como «abejas», tenemos la capacidad de transformar nuestro entorno. Nuestra luz interior irradia a los demás, atrayendo a aquellos que buscan la verdad y la esperanza. Juntos, podemos convertir el mundo en un panal de miel donde la fe y la bondad prosperen.
    
• Filipenses 2:15: «Para que sean irreprensibles y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento.»
  
  • Nuestras acciones y palabras deben reflejar la luz de Dios. Ser «abejas» implica compartir el mensaje de salvación y amor con aquellos que nos rodean. Podemos ser la diferencia en la vida de alguien al ser portadores de esperanza y paz.

4. Conclusión: El Llamado a la Acción

a. Un Llamado Urgente:

• 1 Corintios 10:31: «Ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.»
  
  • No podemos ser espectadores pasivos en este mundo. La urgencia de ser «abejas» en un mundo de «moscas» nos impulsa a actuar. Cada acción, cada palabra, cada decisión puede ser una oportunidad para esparcir la luz de Dios.
    
• Apocalipsis 3:19: «Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Así que sé diligente y arrepiéntete.»
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    El tiempo es ahora. No podemos permitir que la negatividad y la oscuridad dominen. El llamado a ser «abejas» es un llamado a la acción, a la transformación personal y a la construcción de un mundo mejor.

b. Un Compromiso Personal:

• ¿Estás dispuesto a ser una «abeja» en este mundo?
• ¿Te comprometes a cultivar una mente renovada y una mirada positiva?
• ¿Te unes al panal de miel de la comunidad de fe para apoyarte mutuamente?
• ¿Asumes el desafío de ser un portador de luz y esperanza para los demás?

Recuerda:

• La elección es tuya. Sé la «abeja» que hace la diferencia en el mundo. Que la palabra de Dios te guíe en tu camino para convertirte en la mejor «abeja» que puedas ser.

¡Amén!

Juntos, podemos construir un mundo donde la bondad y la esperanza florezcan como un panal de miel.