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sábado, agosto 17, 2024
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    1 Samuel 12 - Biblia al día 1989

    Discurso de Samuel al pueblo

    1. Samuel le habló a todo Israel:—¡Prestadme atención! Yo os he hecho caso en todo lo que me habéis pedido, y os he dado un rey que os gobierne.

    2. Ya tenéis al rey que va a dirigiros. En cuanto a mí, ya soy viejo y lleno de canas, y mis hijos son parte del pueblo. Yo os he guiado a vosotros desde mi juventud hasta la fecha.

    3. Aquí me tenéis. Podéis acusarme en la presencia del Señor y de su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quién he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acusadme, y pagaré lo que corresponda.

    4. —No nos has defraudado —respondieron—; tampoco nos has oprimido ni le has robado nada a nadie.

    5. Samuel insistió:—¡Que el Señor y su ungido sean hoy testigos de que vosotros no me habéis hallado culpable de nada!—¡Que lo sean! —fue la respuesta del pueblo.

    6. Además Samuel les dijo:—Testigo es el Señor, que escogió a Moisés y a Aarón para sacar de Egipto a vuestros antepasados.

    7. Y ahora, prestadme atención. El Señor os ha colmado de beneficios a vosotros y a vuestros antepasados, pero yo tengo una querella contra vosotros .

    8. »Después de que Jacob entró en Egipto, sus descendientes clamaron al Señor. Entonces el Señor envió a Moisés y a Aarón para sacarlos de Egipto y establecerlos en este lugar.

    9. Pero como se olvidaron de su Señor y Dios, él los entregó al poder de Sísara, comandante del ejército de Jazor, y al poder de los filisteos y del rey de Moab, y ellos les hicieron la guerra.

    10. Por eso vosotros clamasteis al Señor: “Hemos pecado al abandonar al Señor y adorar a los ídolos de Baal y a las imágenes de Astarté. Pero ahora, si nos libras del poder de nuestros enemigos, sólo a ti te serviremos.”

    11. Entonces el Señor envió a Yerubaal, Barac, Jefté y Samuel, y os libró a vosotros del poder de los enemigos que os rodeaban, para que vivierais seguros.

    12. »No obstante, cuando vosotros visteis que Najás, rey de los amonitas, os amenazaba, me dijisteis: “¡No! ¡Queremos que nos gobierne un rey!” Y esto, a pesar de que el Señor vuestro Dios es vuestro rey.

    13. Pues bien, aquí tenéis al rey que pidisteis y que habéis escogido. Pero tened en cuenta que es el Señor quien os ha dado ese rey.

    14. Si vosotros y el rey que os gobierne teméis al Señor vuestro Dios, y le servís y le obedecéis, acatando sus mandatos y manteniendoos fieles a él, ¡magnífico!

    15. En cambio, si le desobedecéis y no acatáis sus mandatos, él descargará su mano sobre vosotros como la descargó contra vuestros antepasados.

    16. »Y ahora, prestadme atención y observad con vuestros propios ojos algo grandioso que el Señor va a hacer.

    17. Ahora no es tiempo de lluvias sino de cosecha. Sin embargo, voy a invocar al Señor, y él enviará truenos y lluvia; así os daréis cuenta de la gran maldad que habéis cometido ante el Señor al pedir un rey.

    18. Samuel invocó al Señor, y ese mismo día el Señor mandó truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió un gran temor ante el Señor y ante Samuel,

    19. y le dijeron a Samuel:—Ora al Señor tu Dios por nosotros, tus siervos, para que no nos quite la vida. A todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedirle un rey.

    20. —No temáis —replicó Samuel—. Aunque vosotros habéis cometido una gran maldad, no os apartéis del Señor; más bien, servidle de todo corazón.

    21. No os alejéis de él por seguir a ídolos inútiles, que no os pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada.

    22. Por amor a su gran nombre, el Señor no rechazará a su pueblo; de hecho él se ha dignado haceros a vosotros su propio pueblo.

    23. En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de orar por vosotros. Yo seguiré enseñandoos el camino bueno y recto.

    24. Pero os exhorto a temer al Señor y a servirle fielmente y de todo corazón, recordando los grandes beneficios que él ha hecho en vuestro favor.

    25. Si persistís en la maldad, tanto vosotros como vuestro rey seréis destruidos.