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jueves, julio 18, 2024
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    2 Crónicas 5 - Biblia de Jerusalem 1976

    1. Así fue concluida todo la obra que hizo Salomón para la Casa de Yahveh. Salomón hizo traer todo lo consagrado por su padre David, la plata, el oro y todos los objetos, y lo puso en los tesoros de la Casa de Dios.

    Salomón traslada el arca al templo

    2. Entonces congregó Salomón en Jerusalén a todos los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para hacer subir el arca de la alianza de Yahveh desde la Ciudad de David, que es Sión.

    3. Se reunieron junto al rey todos los hombres de Israel, en la fiesta del mes séptimo.

    4. El escudo de sus bravos es rojo, valientes vestidos de escarlata; con fuego de hierros brillan los carros, el día que los preparan, y son impacientes los jinetes.

    5. Por las calles corren furiosos los carros, se precipitan en las plazas, su aspecto es semejante a antorchas, como relámpago se lanzan.

    6. Se da la voz a los bravos; en su marcha se entrechocan; se apresuran hacia la muralla y se prepara el parapeto.

    7. Los sacerdotes llevaron el arca de la alianza de Yahveh a su lugar, al Debir de la Casa, al Santo de los Santos, bajo las alas de los querubines.

    8. Pues los querubines extendían las alas por encima del emplazamiento del arca, cubriendo el arca y los varales por encima.

    9. Los varales eran tan largos que se veían sus puntas desde el Santo, desde la parte anterior al Debir, pero no se veían desde fuera; y allí están hasta el día de hoy.

    10. «Saquead la plata, saquead el oro.» ¡Es un tesoro que no tiene fin, grávido de todos los objetos preciosos!

    11. ¡Destrozo, saqueo, devastación! ¡Corazones que se disuelven y rodillas que vacilan y estremecimiento en todos los lomos y todos los rostros que mudan de color!

    12. ¿Dónde está el cubil de los leones, la cueva de los leoncillos, a donde iba el león a llevar la cría del león, sin que nadie le inquietase?

    13. El león dilaceraba para sus cachorros, estrangulaba para sus leonas, llenaba de presas sus escondrijos y de rapiñas sus cubiles.

    14. Aquí estoy contra ti, - oráculo de Yahveh Sebaot -: encenderé en humareda tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos; suprimiré de la tierra tu presa, y no se oirá más la voz de tus mensajeros.