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domingo, julio 21, 2024
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    Isaías 42 - Biblia de Jerusalem 1976

    El Siervo de Jehová

    1. He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones.

    2. No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su voz.

    3. Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagará. Lealmente hará justicia;

    4. no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el derecho, y su instrucción atenderán las islas.

    5. Así dice el Dios Yahveh, el que crea los cielos y los extiende, el que hace firme la tierra y lo que en ella brota, el que da aliento al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan.

    6. Yo, Yahveh, te he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes,

    7. para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas.

    8. Yo, Yahveh, ese es mi nombre, mi gloria a otro no cedo, ni mi prez a los ídolos.

    9. Lo de antes ya ha llegado, y anuncio cosas nuevas; antes que se produzcan os las hago saber.

    Alabanza por la liberación poderosa de Jehová

    10. Cantad a Yahveh un cántico nuevo, su loor desde los confines de la tierra. Que le cante el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes.

    11. Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las explanadas en que habita Quedar. Aclamen los habitantes de Petra, desde la cima de los montes vociferen.

    12. Den gloria a Yahveh, su loor en las islas publiquen.

    13. Yahveh como un bravo sale, su furor despierta como el de un guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos se muestra valeroso.

    14. «Estaba mudo desde mucho ha, había ensordecido, me había reprimido. Como parturienta grito, resoplo y jadeo entrecortadamente.

    15. Derribaré montes y cedros, y todo su césped secaré; convertiré los ríos en tierra firme y las lagunas secaré.

    16. Haré andar a los ciegos por un camino que no conocían, por senderos que no conocían les encaminaré. Trocaré delante de ellos la tiniebla en luz, y lo tortuoso en llano. Estas cosas haré, y no las omitiré.»

    17. Haceos atrás, confusos de vergüenza, los que confiáis en ídolos, los que decís a la estatua fundida: «Vosotros sois nuestros dioses.»

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    18. ¡Sordos, oíd! ¡Ciegos, mirad y ved!

    19. ¿Quién está ciego, sino mi siervo? ¿y quién tan sordo como el mensajero a quien envío? (¿Quién es tan ciego como el enviado y tan sordo como el siervo de Yahveh?)

    20. Por más que has visto, no has hecho caso; mucho abrir las orejas, pero no has oído.

    21. Yahveh se interesa, por causa de su justicia, en engrandecer y dar lustre a la Ley.

    22. Pero es un pueblo saqueado y despojado, han sido atrapados en agujeros todos ellos, y en cárceles han sido encerrados. Se les despojaba y no había quien salvase; se les depredaba y nadie decía: «¡Devuelve!»

    23. ¿Quién de vosotros escuchará esto, atenderá y hará caso para el futuro?

    24. ¿Quién entregó al pillaje a Jacob, y a Israel a los saqueadores? ¿No ha sido Yahveh, contra quien pecamos, rehusamos andar por sus caminos, y no escuchamos sus instrucciones?

    25. Vertió sobre él el ardor de su ira, y la violencia de la guerra le abrasó, por todos lados sin que se apercibiese, le consumió, sin que él reflexionase.