30.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Deuteronomio 29 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion

    Pacto de Jehová con Israel en Moab

    1. Moisés convocó a todo Israel y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Yahvé ha hecho en Egipto con el faraón, y con todos sus siervos y con todo su país:

    2. las grandes pruebas que personalmente habéis visto, esas señales, esos grandes prodigios.

    3. Pero hasta el día de hoy no os ha dado Yahvé corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.

    4. Durante cuarenta años os he hecho caminar por el desierto; no se han gastado los vestidos que llevabais ni se han gastado las sandalias en tus pies.

    5. No habéis comido pan, ni habéis bebido vino o licor, para que supierais que yo, Yahvé, soy vuestro Dios.

    6. Luego llegasteis a este lugar. Y Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para hacernos la guerra, pero los derrotamos.

    7. Conquistamos su país, y se lo di en heredad a Rubén, a Gad y a la media tribu de Manasés.

    8. Guardad, pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica, para que tengáis éxito en todas vuestras empresas.

    9. Aquí estáis hoy en pie todos vosotros ante Yahvé vuestro Dios: vuestros jefes de tribu, vuestros ancianos y vuestros escribas, todos los hombres de Israel,

    10. vuestros hijos y vuestras mujeres y el forastero que está en tu campamento, desde tu leñador hasta tu aguador,

    11. para entrar en la alianza de Yahvé tu Dios, y en el juramento que Yahvé tu Dios concluye hoy contigo,

    12. para que él te constituya hoy pueblo suyo y él sea tu Dios, como te ha dicho y como juró a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.

    13. Y no solamente con vosotros hago yo hoy esta alianza y este juramento,

    14. sino que la hago tanto con quien está hoy aquí con nosotros en presencia de Yahvé nuestro Dios, como con quien no está hoy aquí con nosotros.

    15. Pues vosotros sabéis cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos pasado por medio de las naciones por las que habéis pasado.

    16. Habéis visto sus monstruos abominables y los ídolos de madera y de piedra, de plata y de oro que hay entre ellos.

    17. No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahvé vuestro Dios para ir a servir a los dioses de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que produzca veneno o ajenjo.

    18. Si alguien, al oír las palabras de este juramento, se las promete felices en su corazón diciendo: "Yo tendré paz, aunque me conduzca en la terquedad de mi corazón, de modo que lo regado acabe con lo sediento",

    19. Yahvé no se avendrá a perdonarle. Porque la ira y el celo de Yahvé se encenderán contra ese hombre; todo el juramento escrito en este libro caerá sobre él, y Yahvé borrará su nombre de debajo de los cielos.

    20. Yahvé lo separará de todas las tribus de Israel, para su desgracia, conforme a todos los juramentos de la alianza escrita en el libro de esta Ley.

    21. La generación futura, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, así como el extranjero llegado de un país lejano, cuando vean las plagas de esta tierra y las enfermedades con que Yahvé la castigará, exclamarán:

    22. "Azufre, sal, un brasero es su tierra entera; no se sembrará, nada germinará ni hierba alguna crecerá en ella, como en la catástrofe de Sodoma y Gomorra, Admá y Seboín, que Yahvé asoló en su ira y su furor."

    23. Y todas las naciones preguntarán: "Por qué ha tratado así Yahvé a esta tierra? ¿Por qué el ardor de tanta ira?"

    24. Y se dirá: "Porque han abandonado la alianza que Yahvé, Dios de sus padres, había concluido con ellos al sacarlos del país de Egipto;

    25. se han ido a servir a otros dioses y se han postrado ante ellos, dioses que no conocían y que él no les había asignado.

    26. Por eso se ha encendido la ira de Yahvé contra este país y ha traído sobre él toda la maldición escrita en este libro.

    27. Yahvé los ha arrancado de su tierra con ira, furor y gran indignación, y los ha arrojado a otro país, donde hoy están."

    28. Las cosas secretas pertenecen a Yahvé nuestro Dios, pero las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que pongamos en práctica todas las palabras de esta Ley.

    29.