28.4 C
Miami
domingo, agosto 18, 2024
Más


    Salmos 28 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion

    Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta Salmo de David.

    1. [De David.] A ti alzo mi voz, Yahvé, roca mía, no enmudezcas; pues si te callas seré igual que los que bajan a la fosa.

    2. Oye la voz de mi súplica, cuando te pido socorro, cuando levanto mis manos, hacia tu santo templo.

    3. No me arrastres con los malvados, tampoco con los malhechores, que hablan de paz a su vecino y el mal se oculta en su corazón.

    4. Págales, Yahvé, según sus obras, según la malicia de sus actos, trátalos conforme a sus acciones, págales con su misma moneda.

    5. No entienden las obras de Yahvé, lo que han hecho sus manos: ¡que los derribe y no los reconstruya!

    6. ¡Bendito Yahvé, que ha escuchado la voz de mi plegaria!

    7. Yahvé es mi fuerza y mi escudo, en él confía mi corazón: su ayuda me llena de alegría, le doy gracias con mi canto.

    8. Yahvé es la fuerza de su pueblo, un baluarte que salva a su ungido.

    9. Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, pastoréalos y llévalos por siempre.