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miércoles, julio 17, 2024
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    Santiago 4 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion

    La amistad con el mundo

    1. ¿De dónde proceden guerras y contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestros deseos de placeres que luchan en vuestros miembros?

    2. ¿Codiciáis y no poseéis? Matáis. ¿Envidiáis y no podéis conseguir? Combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís.

    3. Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestros deseos de placeres.

    4. ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.

    5. ¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros?

    6. Más aún, da una gracia mayor; por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.

    7. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y él huirá de vosotros.

    8. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Limpiad, pecadores, las manos; purificad los corazones, hombres irresolutos.

    9. Lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad. Que vuestra risa se cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza.

    10. Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.

    Juzgando al hermano

    11. No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres un cumplidor de la Ley, sino un juez.

    12. Uno solo es legislador y juez, el que puede salvar o perder. En cambio tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?

    No os gloriéis del día de mañana

    13. Ahora bien, vosotros los que decís: "Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos";

    14. vosotros que no sabéis qué será de vuestra vida el día de mañana... ¡Sois vapor de agua que aparece un momento y después desaparece!

    15. En lugar de decir: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello".

    16. Pero ahora os jactáis en vuestra fanfarronería. Toda jactancia de este tipo es mala.

    17. Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.