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miércoles, julio 17, 2024
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    Colosenses 4 - Biblia de Jerusalén 1998

    1. Amos, dad a vuestros esclavos lo que es justo y equitativo, teniendo presente que también vosotros tenéis un amo en el cielo.

    2. Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias;

    3. orad al mismo tiempo también por nosotros para que Dios nos abra la puerta a la palabra, y podamos anunciar el misterio de Cristo, por cuya causa estoy yo encarcelado,

    4. para darlo a conocer anunciándolo como debo.

    5. Portaos prudentemente con los de fuera, aprovechando bien la ocasión.

    6. Que vuestra conversación sea siempre amena, sazonada con sal, sabiendo responder a cada cual como conviene.

    Salutaciones finales

    7. En cuanto a mí, de todo os informará Tíquico, el hermano querido, fiel ministro y compañero en el servicio del Señor,

    8. a quien os envío expresamente para que sepáis de nosotros y consuele vuestros corazones.

    9. Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido, que es uno de los vuestros. Ellos os informarán de todo cuanto aquí sucede.

    10. Os saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo de Bernabé, acerca del cual recibisteis ya instrucciones. Si va a vosotros, dadle buena acogida.

    11. Os saluda también Jesús, llamado Justo; son los únicos de la circuncisión que colaboran conmigo por el Reino de Dios y que han sido para mí un consuelo.

    12. Os saluda Epafras, que es uno de los vuestros, siervo de Cristo Jesús, que lucha siempre a favor vuestro en sus oraciones, para que seáis constantes y perfectos cumplidores de toda voluntad divina.

    13. Yo soy testigo de lo mucho que se afana por vosotros, por los de Laodicea y por los de Hierápolis.

    14. Os saluda Lucas, el médico querido, y Demas.

    15. Saludad a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia de su casa.

    16. Una vez que hayáis leído esta carta entre vosotros, procurad que sea también leída en la iglesia de Laodicea. Y vosotros leed la de Laodicea.

    17. Decid a Arquipo: "Considera el ministerio que recibiste en el Señor, para que lo cumplas."

    18. El saludo va de mi mano, Pablo. Acordaos de mis cadenas. La gracia sea con vosotros.