Ester 6 - Biblia de Jerusalén 1998Amán se ve obligado a honrar a Mardoqueo1. Aquella misma noche, no pudiendo el rey conciliar el sueño, mandó que trajeran y leyeran en su presencia el libro de las Memorias, o Crónica. 2. Estaba allí, consignada por escrito, la denuncia que Mardoqueo había hecho contra Bigtán y Teres, los dos eunucos del rey, guardianes del umbral, que habían intentado poner las manos sobre el rey Asuero. 3. Preguntó el rey: "¿Qué honor o dignidad se concedió por esto a Mardoqueo?" Los jóvenes del servicio del rey dijeron: "No se hizo nada en su favor." 4. Continuó el rey: "¿Quién está en el atrio?" - Justamente entonces llegaba Amán al atrio exterior de la casa del rey, para pedir al rey que colgaran a Mardoqueo de la horca que él había hecho levantar -. 5. Los jóvenes del servicio del rey le respondieron: "Es Amán el que está en el atrio." Dijo el rey: "Que entre." 6. Entró, pues, Amán, y el rey le preguntó: "¿Qué debe hacerse al hombre a quien el rey quiere honrar?" Amán pensó: "¿A quién ha de querer honrar el rey, sino a mí?" 7. Respondió, pues, Amán al rey: "Para el hombre a quien el rey quiere honrar, 8. deben tomarse regias vestiduras que el rey haya vestido, y un caballo que el rey haya montado, y en cuya cabeza se haya puesto una diadema real. 9. Deben darse los vestidos y el caballo a uno de los servidores más principales del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar; y le hará cabalgar sobre el caballo por la plaza mayor de la ciudad gritando delante de él: "¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!" 10. Dijo el rey a Amán: "Toma al momento vestidos y caballo, tal como lo has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está en la Puerta Real. No dejes de cumplir ni un solo detalle." 11. Tomó Amán los vestidos y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la plaza mayor de la ciudad, gritando delante de él: "¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!" 12. Después Mardoqueo se quedó en la Puerta Real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su casa, entristecido y con la cabeza tapada. 13. Contó Amán a su mujer Zeres y a todos sus amigos cuanto había pasado; sus consejeros y su mujer Zeres le dijeron: "Si Mardoqueo, ante el que has comenzado a declinar, pertenece al linaje de los judíos, no podrás vencerle, sino que sin remedio caerás ante él." 14. Todavía estaban hablando con él, cuando llegaron los eunucos del rey y llevaron a Amán rápidamente al banquete preparado por Ester. |