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    Hageo 2 - Biblia de Jerusalén 1998

    La gloria del nuevo templo

    1. el día veintiuno del séptimo mes, dirigió Yahvé la palabra, por medio del profeta Ageo, en estos términos:

    2. Habla ahora a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, y diles:

    3. ¿Quién queda entre vosotros que haya visto este Templo en su primer esplendor? Y ¿qué es lo que veis ahora? ¿Verdad que os parece que no existe?

    4. ¡Pero ahora ten ánimo, Zorobabel, oráculo de Yahvé; ánimo, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, ánimo, pueblo todo de la tierra!, oráculo de Yahvé. ¡A la obra, que estoy con vosotros - oráculo de Yahvé Sebaot -

    5. según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto; y mi espíritu sigue en medio de vosotros: no temáis!

    6. Pues así dice Yahvé Sebaot: Dentro de muy poco tiempo sacudiré los cielos y la tierra, el mar y el suelo firme,

    7. sacudiré todas las naciones; llegarán entonces los tesoros de todas las naciones, y yo llenaré de gloria este Templo, dice Yahvé Sebaot.

    8. ¡Mía es la plata y mío el oro!, oráculo de Yahvé Sebaot.

    9. Grande será la gloria de este Templo, la del segundo mayor que la del primero, dice Yahvé Sebaot, y proporcionaré paz a este lugar, oráculo de Yahvé Sebaot.

    La infidelidad del pueblo es reprendida

    10. El día veinticuatro del noveno mes, el año segundo de Darío, dirigió Yahvé la palabra al profeta Ageo en estos términos:

    11. Así dice Yahvé Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley. Diles:

    12. "Si lleva alguien carne sagrada en el halda de su vestido, y toca con su halda pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida, ¿quedará ésta santificada?" Respondieron los sacerdotes: "No"

    13. Continuó Ageo: "Si alguien, que se ha hecho impuro con el contacto de un cadáver, toca alguna de esas cosas, ¿quedará impura?" Respondieron los sacerdotes: "Sí"

    14. Entonces Ageo siguió diciendo: "Así es este pueblo, así esta nación por lo que a mí respecta, oráculo de Yahvé; todas sus tareas y lo que ofrecen aquí no es más que impureza"

    15. Y ahora prestad atención a partir de este día. Antes de empezar a construir el Templo de Yahvé,

    16. ¿qué os pasaba? Que ibais a un montón de grano en busca de veinte fanegas, y no había más que diez; que entrabais en el lagar a sacar cincuenta cántaros, y no había más que veinte.

    17. Yo castigué vuestras labores con tizón, añublo y granizo, pero ninguno os volvisteis a mí, oráculo de Yahvé.

    18. Prestad, pues, atención a partir de este día (desde el día veinticuatro del noveno mes, día en que se echaron los cimientos del Templo de Yahvé, prestad atención):

    19. ¿hay grano ahora en el granero? Pues si ni la vid ni la higuera ni el granado ni el olivo producían fruto, desde este día yo los bendeciré.

    Promesa de Jehová a Zorobabel

    20. Yahvé dirigió la palabra por segunda vez a Ageo, el día veinticuatro del mes, en estos términos:

    21. Habla a Zorobabel, gobernador de Judá y dile: Voy a sacudir los cielos y la tierra.

    22. Volcaré los tronos de los reyes y destruiré el poder de los reinos paganos, volcaré los carros de guerra con sus aurigas, y serán abatidos caballos y caballeros, cada uno por la espada de su camarada.

    23. Aquel día - oráculo de Yahvé Sebaot - te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, siervo mío - oráculo de Yahvé - y te haré mi anillo de sello, pues tú eres mi elegido, oráculo de Yahvé Sebaot.