28.6 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Job 19 - Biblia de Jerusalén 1998

    Job confía en que Dios lo justificará

    1. Job respondió así:

    2. ¿Hasta cuándo me vais a atormentar, aplastándome con tanta palabra?

    3. Ya me habéis insultado diez veces, sin pudor me habéis ultrajado.

    4. Aun en caso de haber errado, en mí queda mi yerro.

    5. Si creéis triunfar sobre mí echando en cara mi oprobio,

    6. sabed que Dios me ha hecho daño copándome entre sus redes.

    7. Grito "Violencia" y nadie responde, imploro "Auxilio" y no hay justicia.

    8. Ha puesto en mi ruta un muro infranqueable, ha llenado mis sendas de densa oscuridad.

    9. Me ha despojado de mi honra, ha dejado mi frente sin corona.

    10. Ha arrasado mi cerca y debo irme, ha arrancado cual árbol mi esperanza.

    11. Su cólera ha atizado contra mí, me ha considerado su enemigo.

    12. Llegan sus tropas en masa, van haciendo camino en mi busca, acampan en torno a mi tienda.

    13. Mis hermanos se alejan de mí, mis amigos me tienen por extraño.

    14. Me abandonan vecinos y parientes, se olvidan de mí mis invitados.

    15. Mis siervas me tienen por intruso, me he vuelto un extraño a sus ojos.

    16. Llamo a mi esclavo y no responde, aunque yo en persona le suplique.

    17. Mi aliento repugna a mi esposa, doy asco a mis propios hermanos.

    18. También los críos me muestran desprecio, apenas me levanto, se burlan de mí.

    19. Todos mis íntimos me aborrecen, mis amigos se vuelven contra mí.

    20. Mis huesos se pegan a la carne y a la piel, he escapado con la piel entre los dientes.

    21. ¡Piedad, piedad, amigos!, que la mano de Dios me ha herido.

    22. ¿Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de mi carne?

    23. ¡Ojalá se escribiesen mis palabras! ¡Ojalá se grabasen en bronce!,

    24. con cincel de hierro y plomo, impresas para siempre en la roca.

    25. Yo sé que vive mi Defensor, que se alzará el último sobre el polvo,

    26. que después que me dejen sin piel, ya sin carne, veré a Dios.

    27. Sí, seré yo quien lo veré, mis ojos lo verán, que no un extraño. Se consume mi vigor en mi interior.

    28. Cuando decís: "¿Cómo acosarlo? ¿Qué pretexto encontrar contra él?".

    29. Temed por vosotros a la espada, la espada que castiga el delito, y sabréis que existe un juez.