31.6 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Job 24 - Biblia de Jerusalén 1998

    Job se queja de que Dios es indiferente ante la maldad

    1. ¿Por qué Shaddai no reserva tiempos y sus fieles no conocen sus días?

    2. Los malvados desplazan linderos, roban rebaños y pastores.

    3. Se llevan el burro del huérfano, toman en prenda el buey de la viuda.

    4. Apartan del camino a los pobres, los indigentes del país se esconden.

    5. Como onagros de la estepa, salen a su faena, buscan presas desde el alba, por la tarde, pan para sus crías.

    6. Siegan en el campo del inicuo, rebuscan en la viña del malvado.

    7. Duermen desnudos, sin ropa, sin cobertor, pasan frío.

    8. El chubasco del monte los empapa, sin abrigo, se arriman a las rocas.

    9. Arrancan del pecho al huérfano, toman en prenda la comida del pobre.

    10. Andan desnudos, sin ropa, hambrientos, cargan gavillas;

    11. exprimen aceite en la prensa, sedientos, pisan en el lagar.

    12. Gimen los moribundos en la ciudad, los heridos piden socorro, pero Dios no escucha su oración.

    13. Los hay rebeldes a la luz, desconocen sus caminos, no frecuentan sus senderos.

    14. Con el alba se alza el asesino, mata pobres e indigentes. De noche ronda el ladrón, [16a] asalta casas a oscuras.

    15. El adúltero espera el crepúsculo, pensando: "Nadie me ve", y después se cubre el rostro.

    16. Durante el día se ocultan, pues desconocen la luz.

    17. Tienen a las sombras por mañana, habituados al terror de la noche.

    18. No es más que paja en el agua, maldicen su hacienda en el país, nadie toma el sendero de su viña.

    19. El bochorno roba el agua a la nieve, así el Seol a todo pecador;

    20. el seno que lo ha formado lo olvida, su nombre no es recordado. La injusticia es tronchada como un árbol.

    21. Maltrataba a la estéril sin hijos, no quería ayudar a la viuda.

    22. Pero Dios controla con fuerza al tirano, se alza y le quita su vida segura;

    23. le da confianza y tranquilidad, pero sus ojos vigilan sus pasos.

    24. Se encumbra un instante y ya no existe, se abate como armuelle arrancado, como cabeza de espiga se amustia.

    25. Si no es así, ¿quién me convencerá reduciendo a nada mis palabras?