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lunes, agosto 19, 2024
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    Salmos 35 - Biblia de Jerusalén 1998

    Plegaria pidiendo ser librado de los enemigos Salmo de David.

    1. [De David.] Ataca, Yahvé, a los que me atacan, combate a los que me combaten;

    2. embraza el escudo y la adarga, y disponte a socorrerme:

    3. blande la lanza y la pica contra mis perseguidores. Dime: "Soy tu salvación".

    4. Queden confundidos y avergonzados todos los que atentan contra mi vida. Retrocedan humillados los que maquinan mi mal.

    5. Sean como paja ante el viento, acosados por el ángel de Yahvé;

    6. su camino, tiniebla y resbaladero, perseguidos por el ángel de Yahvé.

    7. Me tendían redes sin motivo, cavaban una fosa para mí.

    8. ¡Que les sorprenda una ruina imprevista, que se enreden en la red que tendieron y se hundan en la fosa que excavaron!

    9. Y yo me alegraré en Yahvé, gozaré con su victoria.

    10. Dirán todos mis huesos: Yahvé, ¿quién como tú, para librar al débil del fuerte, al pobre de su expoliador?

    11. Se levantaban testigos violentos, me preguntaban cosas que ignoraba;

    12. me devolvían mal por bien, me dejaban desamparado.

    13. Yo, en cambio, cuando estaban enfermos, vestido de sayal y afligido con ayunos, repetía mi oración en mi interior.

    14. Como por un amigo o un hermano, de un lado a otro caminaba, como de luto por una madre, sombrío me encorvaba.

    15. Mas cuando tropecé, allí estaban, todos juntos contra mí; extranjeros que no conozco sin parar me desgarraban;

    16. si caía me rodeaban rechinando sus dientes contra mí.

    17. ¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando? Libra mi vida de sus garras, mi existencia de esos leones.

    18. Te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré ante un pueblo numeroso.

    19. Que no celebren mi ruina mis pérfidos enemigos, ni anden guiñando los ojos los que me odian sin motivo.

    20. Pues no hablan en son de paz: contra la gente pacífica se inventan puras patrañas;

    21. de mí se ríen a gusto, diciendo: "Ja, ja, lo han visto nuestros ojos".

    22. Tú lo has visto, Yahvé, no te calles, Señor, no estés lejos de mí;

    23. despiértate, levántate en mi juicio, en defensa de mi causa, mi Dios y Señor.

    24. Júzgame con tu justicia, Yahvé, ¡Dios mío, no se rían de mí!

    25. Que no digan en su interior: "¡Ajá, lo que queríamos!". Que no digan: "Lo hemos tragado".

    26. ¡Vergüenza y confusión caigan a una sobre los que se ríen de mi mal; se cubran de vergüenza e ignominia los que se envalentonan a mi costa!

    27. Que se alegren y griten de júbilo los que en mi victoria se complacen, y digan siempre sin cesar: "Yahvé sea ensalzado, que en la paz de su siervo se complace".

    28. Mi lengua musitará tu justicia, todo el día tu alabanza.