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miércoles, julio 17, 2024
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    1 Corintios 3 - Biblia de nuestro Pueblo

    Colaboradores de Dios

    1. Inmadurez de los corintios Yo, hermanos, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a hombres simples, como a niños en la vida cristiana.

    2. Les di de beber leche y no alimento sólido, porque aún no podían tolerarlo; como tampoco ahora,

    3. dado que aún los guía el instinto. Si entre ustedes hay envidias y discordias, ¿no indican que todavía se dejan guiar por el instinto y por criterios humanos en su conducta?

    4. Cuando uno dice: yo soy de Pablo, y otro: yo soy de Apolo, ¿acaso no se comportan como cualquier hombre?

    5. ¿Quién es Apolo?, ¿quién es Pablo? Ministros de la fe, cada uno según el don de Dios.

    6. Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer.

    7. De manera que ni el que planta ni el que riega son nada, sino Dios que hace crecer.

    8. El que planta y el que riega trabajan en lo mismo; cada uno recibirá su salario según su trabajo.

    9. Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.

    10. Según el don que Dios me ha dado, como arquitecto experto puse el cimiento; otro sigue construyendo. Que cada uno se fije en cómo construye.

    11. Nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, que es Jesucristo.

    12. Sobre ese cimiento uno coloca oro, otro plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja.

    13. La obra de cada uno se verá claramente en el día del juicio porque ese día vendrá con fuego, y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno.

    14. Si la obra que construyó resiste, recibirá su salario.

    15. Si la obra se quema, será castigado, aunque se salvará como quien escapa del fuego.

    16. ¿No saben que son santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?

    17. Si alguien destruye el santuario de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el santuario de Dios, que son ustedes, es sagrado.

    18. Que nadie se engañe: si uno se considera sabio en las cosas de este mundo, vuélvase loco para llegar a sabio;

    19. porque la sabiduría de este mundo es locura para Dios, como está escrito: Él sorprende a los sabios con su misma astucia,

    20. y también: El Señor conoce los razonamientos de los sabios y sabe que son vanos.

    21. En consecuencia que nadie se gloríe de los hombres. Todo es de ustedes:

    22. Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida y la muerte, el presente y el futuro. Todo es de ustedes,

    23. ustedes son de Cristo, Cristo es de Dios.