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sábado, agosto 17, 2024
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    Deuteronomio 11 - Biblia de nuestro Pueblo

    La grandeza de Jehová

    1. »Amarás al Señor, tu Dios; guardarás sus consignas y normas, sus decretos y preceptos mientras te dure la vida.

    2. »Ustedes, y no sus hijos, que ni entienden ni han visto el escarmiento de su Dios, son los que conocen hoy su grandeza, su mano fuerte y su brazo extendido,

    3. los signos y hazañas que hizo en medio de Egipto contra el faraón, rey de Egipto, y contra todo su territorio;

    4. lo que hizo al ejército egipcio, a sus carros y caballos, cuando los perseguían y precipitó sobre ellos las aguas del Mar Rojo y acabó con ellos, hasta el día de hoy;

    5. lo que hizo con ustedes en el desierto, hasta que llegaron a este lugar;

    6. lo que hizo a Datán y Abirón, hijos de Eliab, hijo de Rubén, cuando la tierra abrió sus fauces y se los tragó con sus familias ytiendas, con su servidumbre y ganado, en medio de todo Israel.

    7. Se trata de ustedes, que han visto con sus ojos las grandes hazañas que hizo el Señor.

    Bendiciones de la Tierra Prometida

    8. »Guardarán fielmente los preceptos que yo les mando hoy, así tendrán la fuerza necesaria para ir a conquistar la tierra de la que ustedes van a tomar posesión;

    9. y así prolongarán sus años sobre la tierra que el Señor, su Dios, prometió dar a sus padres y a su descendencia: una tierra que mana leche y miel.

    10. La tierra adonde te diriges para conquistarla no es como la tierra de Egipto, de donde saliste: allí sembrabas tu semilla y luego tenías que regar con tu pie, como se riega una huerta.

    11. En cambio la tierra adonde cruzas para tomarla en posesión es una tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo;

    12. es una tierra de la que el Señor, tu Dios, se ocupa y está siempre mirando por ella, desde el principio del año hasta el fin.

    13. »Si escuchas y obedeces los preceptos que yo te mando hoy, amando al Señor, tu Dios, y sirviéndole con todo el corazón y con toda el alma,

    14. yo mandaré a tu tierra la lluvia a su tiempo: la lluvia temprana y la tardía; cosecharás tu trigo, tu mosto y tu aceite;

    15. yo pondré hierba en tus campos para tu ganado, y comerás hasta hartarte.

    16. »Pero, tengan cuidado, no se dejen seducir ni se desvíen sirviendo a dioses extranjeros y postrándose ante ellos;

    17. porque se encenderá la ira del Señor contra ustedes, cerrará el cielo y no habrá más lluvia, el campo no dará sus cosechas y desaparecerán en seguida de esa tierra buena que les va a dar el Señor.

    18. »Graben estas palabras mías en el corazón y en el alma, átenlas a su muñeca como un signo, y que sean como una señal en la frente,

    19. enséñaselas a tus hijos, háblales de ellas cuando estés en casa y yendo de camino, acostado y levantado,

    20. escríbelas en las puertas de tu casa y en sus columnas,

    21. así, mientras dure el cielo sobre la tierra, durarán tus días y los de tus hijos en el suelo que el Señor juró dar a tus padres.

    22. »Si observan fielmente los preceptos que yo les mando hoy amando al Señor, su Dios, siguiendo sus caminos y uniéndose a él,

    23. el Señor irá por delante expulsando a esos pueblos, más grandes y fuertes que ustedes, y ustedes irán ocupando su tierra;

    24. todo lo que pisen sus pies será de ustedes; sus fronteras se extenderán del desierto al Líbano, del río Éufrates al mar occidental.

    25. Nadie podrá resistirlos, porque el Señor, su Dios, sembrará el pánico y el terror en todo el territorio que pisen, como él mismo les ha prometido.

    26. »Mira. Hoy pongo delante de ustedes una bendición y una maldición:

    27. la bendición, si obedecen los preceptos del Señor, su Dios, que yo les mando hoy;

    28. la maldición, si desobedecen los preceptos del Señor, su Dios, y se desvían del camino que hoy les marco, yendo detrás de dioses extranjeros, que ustedes no han conocido.

    29. »Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra de la que vas a tomar posesión, pondrás la bendición en el monte Garizín y la maldición en el monte Ebal.

    30. Estos montes se encuentran a la otra parte del Jordán, detrás de la carretera del oeste, en la tierra de los cananeos que habitan en la estepa, frente a Guilgal, cerca de la encina de Moré.

    31. Porque ustedes están a punto de cruzar el Jordán, de tomar posesión de la tierra que el Señor, su Dios, les va a dar. Cuando tomen posesión de ella y la habiten,

    32. pondrán por obra todos los mandatos y decretos que yo les entrego hoy.