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sábado, agosto 17, 2024
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    Deuteronomio 26 - Biblia de nuestro Pueblo

    Primicias y diezmos

    1. Prescripciones rituales »Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte en herencia, cuando tomes posesión de ella y la habites,

    2. tomarás primicias de todos los frutos que coseches de la tierra que va a darte tu Dios, los meterás en una canasta, irás al lugar que el Señor, tu Dios, haya elegido para morada de su Nombre,

    3. te presentarás al sacerdote que esté en funciones por aquellos días y le dirás: Hoy confieso ante el Señor, mi Dios, que he entrado en la tierra que el Señor juró a nuestros padres que nos daría a nosotros.

    4. El sacerdote agarrará de tu mano la canasta, la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios,

    5. y tú recitarás ante el Señor, tu Dios: Mi padre era un arameo errante: bajó a Egipto y residió allí con unos pocos hombres; allí se hizo un pueblo grande, fuerte y numeroso.

    6. Los egipcios nos maltrataron y nos humillaron, y nos impusieron dura esclavitud.

    7. Gritamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz; vio nuestra miseria, nuestros trabajos, nuestra opresión.

    8. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con terribles portentos, con signos y prodigios,

    9. y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel.

    10. Por eso traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que me diste, Señor. Y lo depositarás ante el Señor, tu Dios; te postrarás ante el Señor, tu Dios,

    11. y harás fiesta con el levita y el emigrante que viva en tu vecindad por todos los bienes que el Señor, tu Dios, te haya dado a ti y a tu casa.

    12. »Cuando llegue el tercer año, que es cuando se da la décima parte de todo y cuando hayas apartado ya la décima parte de todos tus frutos y se la hayas dado a los levitas y a los extranjeros que viven en tu país, y al huérfano y a la viuda para que coman hasta hartarse en tus ciudades,

    13. recitarás ante el Señor, tu Dios: He apartado de mi casa lo consagrado: se lo he dado al levita, al emigrante, al huérfano y a la viuda, según el precepto que me diste. No he quebrantado ni olvidado ningún precepto.

    14. No he comido de ello estando de luto, ni lo he apartado estando impuro, ni se lo he ofrecido a un muerto. He escuchado la voz del Señor, mi Dios, he cumplido todo lo que me mandaste.

    15. Vuelve los ojos desde tu santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo, Israel, y a esta tierra que nos diste, como habías jurado a nuestros padres, una tierra que mana leche y miel.

    16. »Hoy te manda el Señor, tu Dios, que cumplas estos mandatos y decretos. Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma.

    17. »Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos y escucharás su voz.

    18. »Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones: Que serás su propio pueblo -como te prometió-, que guardarás todos sus preceptos,

    19. que él te elevará en gloria, fama y esplendor por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho».