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domingo, julio 21, 2024
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    Isaías 52 - Biblia de nuestro Pueblo

    Dios librará del cautiverio a Sion

    1. Despierta, Sión ¡Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; vístete el traje de gala, Jerusalén, Santa Ciudad!, porque no volverán a entrar en ti incircuncisos ni impuros.

    2. Sacúdete el polvo, ponte de pie, Jerusalén cautiva; desátate las correas del cuello,

    3. porque así dice el Señor: por nada fueron vendidos y sin pagar los rescataré.

    4. Porque así dice el Señor: Al principio mi pueblo bajó a Egipto, para residir allí como extranjero; al final, Asur lo oprimió.

    5. Pero ahora, ¿qué hago yo aquí? -oráculo del Señor-. A mi pueblo se lo llevan por nada, sus dominadores lanzan aullidos -oráculo del Señor- y todo el día sin cesar desprecian mi Nombre.

    6. Por eso mi pueblo reconocerá mi Nombre, comprenderá aquel día que era yo el que hablaba, y aquí estoy.

    7. El mensajero de paz 40,1-10; Nah 2,1-3 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: Ya reina tu Dios!

    8. Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión.

    9. Estallen en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén.

    10. El Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.

    11. ¡Fuera, fuera! Salgan de allí, no toquen nada impuro. ¡Salgan de ella! ¡Purifíquense, los que llevan los vasos del Señor!

    12. No saldrán apresurados ni se irán huyendo, porque al frente de ustedes marcha el Señor, y en la retaguardia, el Dios de Israel.

    Sufrimientos del Siervo de Jehová

    13. Cuarto cántico del siervo: Su pasión y gloria 42,1-9; 49,1-13; 50,4-11; Lam 3; Hch 8,26-40 Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho.

    14. Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre ni tenía aspecto humano;

    15. así asombrará a muchos pueblos; ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo que nunca se había visto y contemplar algo inaudito.