Jeremías 19 - Biblia de nuestro PuebloLa señal de la vasija rota1. La jarra de barro 25,1 El Señor me dijo: -Vete a comprar una jarra de barro; acompañado de algunos ancianos y sacerdotes, 2. sal hacia el valle de Ben-Hinón, adonde da la Puerta de los Cascotes, y proclama allí lo que yo te diré: 3. El valle de Ben-Hinón 7,29-8,3 Tú dirás: Escuchen la Palabra del Señor, reyes de Judá y vecinos de Jerusalén: Así dice el Señor Todopoderoso, Dios de Israel: Yo haré venir sobre este lugar una catástrofe que a quien la oiga le zumbarán los oídos; 4. porque me abandonaron, profanaron este lugar sacrificando en él a dioses extranjeros, que ni ellos ni sus padres conocían, y los reyes de Judá lo llenaron de sangre inocente. 5. Construyeron santuarios a Baal, donde quemaban a sus hijos como holocaustos en honor de Baal; cosa que no les mandé, ni les dije, ni se me pasó por la cabeza. 6. Por eso llegarán días -oráculo del Señor- en que este lugar ya no se llamará El Horno ni Valle de Ben-Hinón, sino Valle de las Ánimas. 7. Haré fracasar en él los planes de Judá y Jerusalén, los derribaré a espada del enemigo, por mano de los que los buscan para matarlos, daré sus cadáveres en pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 8. Haré de esta ciudad espanto y burla: los que pasen junto a ella se espantarán y silbarán a la vista de tantas heridas. 9. Haré que se coman a sus hijos e hijas, que se coman unos a otros, cuando les aprieten y estrechen el cerco sus enemigos mortales. 10. Rompe la jarra en presencia de tus acompañantes, 11. y diles: Así dice el Señor Todopoderoso: Del mismo modo romperé yo a este pueblo y a esta ciudad; como se rompe un cacharro de barro y no se puede recomponer.Y enterrarán en El Horno, por falta de sitio. 12. Así trataré a este lugar y a sus habitantes, haré de esta ciudad un horno -oráculo del Señor-; 13. las casas de Jerusalén y los palacios reales de Judá serán inmundos como el sitio de El Horno; las casas en cuyas azoteas ofrecían sacrificios a los astros del cielo, y libaban a dioses extranjeros. 14. Jeremías volvió de la puerta adonde lo había mandado el Señor a profetizar, se plantó en el atrio del templo y dijo a todo el pueblo: 15. -Así dice el Señor Todopoderoso, Dios de Israel: Yo haré venir sobre esta ciudad y su región todos los males con que la he amenazado, porque se pusieron tercos y no escucharon mis palabras. |