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jueves, julio 18, 2024
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    Jueces 10 - Biblia de nuestro Pueblo

    Tola y Jair juzgan a Israel

    1. Jueces menores I A Abimelec le sucedió como salvador de Israel Tolá, hijo de Fuá, de Dodó, de la tribu de Isacar. Vivía en Samir, en la serranía de Efraín.

    2. Gobernó Israel veintitrés años. Murió y lo enterraron en Samir.

    3. Le sucedió Yaír, el galadita, que gobernó a Israel veintidós años.

    4. Tuvo treinta hijos, que montaban en treinta asnos y eran señores de treinta villas, llamadas hasta hoy Villas de Yaír, en Galaad.

    5. Yaír murió y lo enterraron en Camón.

    Jefté liberta a Israel de los amonitas

    6. Liturgia penitencial Los israelitas volvieron a hacer lo que el Señor reprueba: dieron culto a Baal y Astarté, a los dioses de Siria, a los dioses de Fenicia, a los dioses de Moab, a los dioses de los amonitas, a los dioses de los filisteos. Abandonaron al Señor, no le dieron culto.

    7. Entonces el Señor se enfureció contra Israel y lo vendió a los filisteos y a los amonitas,

    8. que a partir de entonces oprimieron cruelmente durante dieciocho años a los israelitas de Transjordania, en el país amorreo de Galaad.

    9. Los amonitas pasaron el Jordán con intención de luchar también contra Judá, Benjamín y la tribu de Efraín; así que Israel llegó a una situación desesperada.

    10. Entonces los israelitas gritaron al Señor: -¡Hemos pecado contra ti! Hemos abandonado al Señor, nuestro Dios, para dar culto a los baales.

    11. El Señor les respondió: -Los he librado de los egipcios, de los amorreos, de los amonitas y de los filisteos.

    12. Los fenicios, amalecitas y madianitas fueron sus tiranos. Me gritaron, y yo los salvé.

    13. Pero me han abandonado, han dado culto a otros dioses. Por eso no volveré a salvarlos.

    14. Vayan a invocar a los dioses que ustedes se han elegido. ¡Que ellos los salven en la hora del peligro!

    15. Los israelitas insistieron: -¡Hemos pecado! Trátanos como quieras, pero por favor, sálvanos en este día.

    16. Entonces quitaron de en medio los dioses extranjeros y dieron culto al Señor, que olvidó su enojo ante los sufrimientos de Israel.

    17. Los amonitas, movilizados, acamparon en Galaad. Los israelitas se movilizaron también y acamparon en Mispá.

    18. Los israelitas que vivían en Galaad, y sus jefes, se dijeron unos a otros: -El que empiece la guerra contra los amonitas será el caudillo de los que vivimos en Galaad.