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sábado, agosto 17, 2024
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    Levítico 17 - Biblia de nuestro Pueblo

    El santuario único

    1. Sobre la sangre Dt 12,16.23-25 El Señor habló a Moisés:

    2. -Di a Aarón, a sus hijos y a los israelitas: Esto es lo que manda el Señor:

    3. Cualquier israelita que en el campamento o fuera de él degüelle un toro, un cordero o una cabra,

    4. y no los lleve a la entrada de la tienda del encuentro para ofrecérselos al Señor, ante su morada, es culpable de derramamiento de sangre y será excluido de su pueblo.

    5. De este modo, los israelitas llevarán al sacerdote las víctimas que maten en el campo y las ofrecerán al Señor en sacrificio de comunión, a la entrada de la tienda del encuentro.

    6. El sacerdote rociará con la sangre el altar del Señor, situado a la entrada de la tienda del encuentro, y dejará quemarse la grasa en aroma que aplaca al Señor.

    7. En adelante no inmolarán sus víctimas a los demonios, con quienes se han prostituido. Ésta es una ley perpetua para los israelitas a lo largo de todas las generaciones.

    8. Diles también: Cualquier israelita o emigrante residente entre ustedes que ofrezca un holocausto o un sacrificio,

    9. y no los lleve a la entrada de la tienda del encuentro para ofrecerlos al Señor, será excluido de su pueblo.

    Prohibición de comer la sangre

    10. Me enfrentaré y lo extirparé de su pueblo a cualquier israelita o emigrante residente entre ustedes que coma sangre.

    11. Porque la vida de la carne es la sangre, y yo les he dado la sangre para uso del altar, para realizar la expiación por sus vidas. Porque la sangre realiza la expiación por la vida.

    12. Por eso he mandado a los israelitas: ni ustedes ni el emigrante residente entre ustedes comerán sangre.

    13. Cualquier israelita o emigrante residente entre ustedes que cace un animal comestible de pluma o de pelo, derramará su sangre y la cubrirá con tierra,

    14. porque la vida de la carne es su sangre. Por eso he mandado a los israelitas: no comerán la sangre de carne alguna, porque la vida de la carne es su sangre; quien la coma, será excluido.

    15. Todo nativo o emigrante que coma carne muerta o desgarrada por una bestia, lavará sus vestidos y se bañará y quedará impuro hasta la tarde; después quedará puro.

    16. Si no los lava ni se baña, cargará con su culpa.