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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 6 - Biblia de nuestro Pueblo

    Jesús en Nazaret

    1. En la sinagoga de Nazaret Mt 13,53-58; Lc 4,16.22-30 Saliendo de allí, se dirigió a su ciudad acompañado de sus discípulos.

    2. Un sábado se puso a enseñar en la sinagoga y la multitud que lo escuchaba comentaba asombrada: -¿De dónde saca éste todo eso? ¿Qué clase de sabiduría se le ha dado, que tamaños milagros realiza con sus manos?

    3. ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas? Y esto era para ellos un obstáculo.

    4. Jesús les decía: -A un profeta sólo lo desprecian en su patria, entre sus parientes y en su casa.

    5. Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de sanar a unos pocos enfermos a quienes impuso las manos.

    6. Y se asombraba de su incredulidad. Después recorría los pueblos vecinos enseñando.

    Misión de los doce discípulos

    7. Misión de los doce apóstoles Mt 10,1.7-15; Lc 9,1-6; 10,4-12 Llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos.

    8. Les encargó que no llevaran más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero en la faja,

    9. que fueran calzados con sandalias pero que no llevaran para el camino dos túnicas.

    10. Les decía: -Cuando entren en una casa, quédense allí hasta que se marchen.

    11. Si en un lugar no los reciben ni los escuchan, salgan de allí y sacudan el polvo de los pies como protesta contra ellos.

    12. Se fueron y predicaban que se arrepintieran;

    13. expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.

    Muerte de Juan el Bautista

    14. Muerte de Juan el Bautista Mt 14,1s; Lc 9,7-9 El rey Herodes se enteró, porque la fama de Jesús se divulgaba, y pensaba que Juan el Bautista había resucitado de entre los muertos y por eso tenía poderes milagrosos.

    15. Pero otros decían que era Elías y otros que era un profeta como los antiguos profetas.

    16. Herodes lo oyó y dijo: -Juan, a quien yo hice decapitar, ha resucitado.

    17. Mt 14,3-5; Lc 3,19s Herodes había mandado arrestar a Juan y lo había encarcelado, por instigación de Herodías, esposa de su hermano Felipe, con la que se había casado.

    18. Juan le decía a Herodes que no le era lícito tener a la mujer de su hermano.

    19. Herodías le tenía rencor y quería darle muerte; pero no podía,

    20. porque Herodes respetaba a Juan; sabiendo que era hombre honrado y santo, lo protegía; hacía muchas cosas aconsejado por él y lo escuchaba con agrado.

    21. Mt 14,6-12 Llegó la oportunidad cuando, para su cumpleaños, Herodes ofreció un banquete a sus dignatarios, sus comandantes y a la gente principal de Galilea.

    22. Entró la hija de Herodías, bailó y gustó a Herodes y a los convidados. El rey dijo a la muchacha: -Pídeme lo que quieras, que te lo daré.

    23. Y juró: -Aunque me pidas la mitad de mi reino, te lo daré.

    24. Ella salió y preguntó a su madre: -¿Qué le pido? Le respondió: -La cabeza de Juan el Bautista.

    25. Entró enseguida, se acercó al rey y le pidió: -Quiero que me des inmediatamente, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.

    26. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y por los convidados, no quiso contrariarla.

    27. Y despachó inmediatamente a un verdugo con orden de traer la cabeza de Juan. El verdugo fue y lo decapitó en la prisión,

    28. trajo en una bandeja la cabeza y se la entregó a la muchacha; ella se la entregó a su madre.

    29. Sus discípulos, al enterarse, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.

    Alimentación de los cinco mil

    30. Da de comer a cinco mil Mt 14,13-22; Lc 9,10-17; cfr. Jn 6,1-15 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

    31. Él les dijo: -Vengan ustedes solos, a un paraje despoblado, a descansar un rato. Porque los que iban y venían eran tantos, que no les quedaba tiempo ni para comer.

    32. Así que se fueron solos en barca a un paraje despoblado.

    33. Pero muchos los vieron marcharse y se dieron cuenta. De todos los poblados fueron corriendo a pie hasta allá y se les adelantaron.

    34. Al desembarcar, vio un gran gentío y sintió lástima, porque eran como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles muchas cosas.

    35. Como se hacía tarde, los discípulos fueron a decirle: -El lugar es despoblado y ya es muy tarde;

    36. despídelos para que vayan a los campos y a los pueblos vecinos a comprar algo para comer.

    37. Él les respondió: -Denle ustedes de comer. Ellos respondieron: -Tendríamos que comprar pan por doscientos denarios para darles de comer.

    38. Les contestó: -¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver. Lo averiguaron y le dijeron: -Cinco panes y dos pescados.

    39. Ordenó que los hicieran recostarse en grupos sobre la hierba verde.

    40. Se sentaron en grupos de cien y de cincuenta.

    41. Tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la vista al cielo, bendijo los panes y los partió y se los fue dando a los discípulos para que los sirvieran; y repartió los pescados entre todos.

    42. Comieron todos y quedaron satisfechos.

    43. Recogieron las sobras de los panes y los pescados y llenaron doce canastas.

    44. Los que comieron [los panes] eran cinco mil hombres.

    Jesús anda sobre el mar

    45. Enseguida obligó a sus discípulos a que se embarcaran y lo precedieran a la otra orilla, a Betsaida, mientras él despedía a la gente.

    46. Camina sobre el agua Mt 14,23-33; cfr. Jn 6,16-21 Después de despedirse, subió al monte a orar.

    47. Anochecía y la barca estaba en medio del lago y él solo en la costa.

    48. Viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario, hacia la madrugada se acercó a ellos caminando sobre el agua, intentando adelantarlos.

    49. Al verlo caminar sobre el lago, creyeron que era un fantasma y dieron un grito,

    50. porque todos lo habían visto y estaban asustados. Pero él inmediatamente les habló y les dijo: -¡Tranquilícense! Soy yo, no teman.

    51. Subió a la barca con ellos y el viento cesó. Ellos estaban [absolutamente] asombrados;

    52. ya que no habían entendido lo de los panes, porque tenían la mente cerrada.

    Jesús sana a los enfermos en Genesaret

    53. Sanaciones en Genesaret Mt 14,34-36 Terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret y atracaron.

    54. Cuando desembarcaron, la gente lo reconoció.

    55. Recorriendo toda la región, le fueron llevando en camillas todos los enfermos, hasta el lugar donde habían oído que se encontraba.

    56. En cualquier pueblo o ciudad por donde pasaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejara tocar al menos el borde de su manto, y los que lo tocaban se sanaban.