33.2 C
Miami
sábado, julio 20, 2024
Más


    Salmos 38 - Biblia de nuestro Pueblo

    Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.

    1. Señor, no me reprendas con ira, no me corrijas con furor.

    2. Tus flechas se me han clavado y tu mano pesa sobre mí.

    3. No hay parte ilesa en mi cuerpo, a causa de tu enojo, no me queda un hueso sano, a causa de mi pecado.

    4. Mis culpas sobrepasan mi cabeza; como fardo pesado gravitan sobre mí.

    5. Hieden mis llagas podridas, a causa de mi insensatez.

    6. Estoy encorvado, profundamente abatido, todo el día camino sombrío.

    7. ¡Tengo las espaldas ardiendo, no hay parte ilesa en mi cuerpo!

    8. Agotado, totalmente aplanado, rujo y bramo en mi interior.

    9. Señor mío, mis lamentos están ante ti, no se te ocultan mis gemidos.

    10. Mi corazón se agita, me abandonan las fuerzas, y me falta hasta la luz de los ojos.

    11. Mis amigos y compañeros permanecen ajenos a mi dolencia, mis familiares se mantienen a distancia.

    12. Me tienden trampas los que quieren matarme, los que desean mi desgracia me difaman, todo el día rumorean calumnias.

    13. Pero, como un sordo, no oigo, como mudo, no abro la boca;

    14. soy como uno que no oye ni tiene réplica en su boca.

    15. Yo espero en ti, Señor, tú me escucharás, Señor Dios mío.

    16. Me dije: Que no se rían a mi costa quienes se insolentan contra mí cuando vacilen mis pasos.

    17. ¡A punto estuve de caer mientras perduraba mi pena!

    18. Sí, yo confieso mi culpa, me duele mi pecado.

    19. Mis enemigos mortales son poderosos, son muchos mis enemigos traidores.

    20. Los que me devuelven mal por bien y me atacan cuando procuro el bien.

    21. No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí;

    22. ven pronto a socorrerme, Señor mío, mi salvación.