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domingo, agosto 18, 2024
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    Proverbios 24 - Biblia del Siglo de Oro

    1. No tengas envidia de los hombres malos ni desees juntarte con ellos,

    2. porque su corazón trama violencias e iniquidad hablan sus labios.

    3. Con sabiduría se edifica la casa, con prudencia se afirma

    4. y con ciencia se llenan las cámaras de todo bien preciado y agradable.

    5. El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el que tiene ciencia.

    6. Porque con ingenio harás la guerra, y en los muchos consejeros está la victoria.

    7. Alta está para el insensato la sabiduría; en la puerta no abrirá él su boca.

    8. Al que piensa hacer el mal lo llaman «hombre de malos pensamientos».

    9. El pensamiento del necio es pecado, y abominable para los hombres el escarnecedor.

    10. Si flaqueas en día de adversidad, tu fuerza quedará reducida.

    11. Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que tienen su vida en peligro.

    12. Porque si dices: «Lo cierto es que no lo supimos», ¿acaso no lo considerará el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y él pagará al hombre según sus obras.

    13. Come, hijo mío, de la miel, porque es buena; el panal es dulce a tu paladar.

    14. Así será para ti el conocimiento de la sabiduría: si la hallas tendrás recompensa y al fin tu esperanza no será frustrada.

    15. Tú, malvado, no aceches la morada del justo, no saquees el lugar de su descanso;

    16. porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse, pero los malvados caerán en el mal.

    17. No te regocijes cuando caiga tu enemigo, ni cuando él tropiece se alegre tu corazón,

    18. no sea que Jehová lo vea y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.

    19. No te juntes con los malignos ni envidies a los malvados,

    20. porque para el malo no habrá buen fin: ¡la lámpara de los malvados se apagará!

    21. Teme a Jehová, hijo mío, y al rey, y no te juntes con los veleidosos;

    22. porque su desgracia llegará de repente; y el quebranto que viene de ambos, ¿quién puede saberlo?

    23. También estos son dichos de los sabios: Hacer distinción de personas en el juicio no es bueno.

    24. A quien diga al malo: «Tú eres justo», los pueblos lo maldecirán y lo detestarán las naciones;

    25. pero quienes lo reprendan tendrán felicidad y sobre ellos vendrá gran bendición.

    26. ¡Besados sean los labios del que responde con palabras correctas!

    27. Prepara tus labores fuera, dispónlas en tus campos y edifica después tu casa.

    28. No seas sin causa testigo contra tu prójimo ni digas falsedades con tus labios.

    29. No digas: «Haré con él como él hizo conmigo; pagaré a ese hombre según merece su obra».

    30. Pasé junto al campo del hombre perezoso, junto a la viña del hombre falto de entendimiento;

    31. y vi que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían cubierto la tierra y la cerca de piedra ya estaba derribada.

    32. Miré, y lo medité en mi corazón; lo vi, y aprendí la lección:

    33. Un poco de sueño, dormitar otro poco y otro poco descansar mano sobre mano:

    34. así te llegará la miseria como un vagabundo, la pobreza como un hombre armado.