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sábado, agosto 17, 2024
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    Proverbios 7 - Biblia del Siglo de Oro

    Las artimañas de la ramera

    1. »Hijo mío, guarda mis razones y atesora para ti mis mandamientos.

    2. Guarda mis mandamientos y vivirás, y guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.

    3. Átalos a tus dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón.

    4. Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana”, y llama parienta a la inteligencia,

    5. para que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que suaviza sus palabras.

    6. »Miraba yo por la ventana de mi casa, a través de mi celosía,

    7. cuando vi entre los ingenuos, observé entre los jóvenes, a un joven falto de sensatez.

    8. Pasaba él por la calle, junto a la esquina, e iba camino de la casa de ella,

    9. al atardecer, cuando ya oscurecía y caía la oscuridad y las tinieblas de la noche.

    10. »En esto, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astucia en el corazón.

    11. Alborotadora y pendenciera, sus pies no pueden estar en casa.

    12. Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, al acecho en todas las esquinas.

    13. Se asió de él y lo besó. Con semblante descarado le dijo:

    14. “Sacrificios de paz había prometido, y hoy he cumplido mis votos;

    15. por eso he salido a encontrarte, buscando con ansia tu rostro, y te he hallado.

    16. He adornado mi cama con colchas recamadas con lino de Egipto;

    17. he perfumado mi lecho con mirra, áloes y canela.

    18. Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana; disfrutemos de amores.

    19. Porque mi marido no está en casa; se ha ido a un largo viaje.

    20. La bolsa del dinero se llevó en la mano, y no volverá a su casa hasta la luna llena”.

    21. »Así lo rindió, con la suavidad de sus muchas palabras, y lo sedujo con la zalamería de sus labios.

    22. Al punto se marchó tras ella, como va el buey al degolladero o como va el necio a prisión para ser castigado;

    23. como el ave que se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su corazón.

    24. »Ahora pues, hijos, escuchadme; estad atentos a las razones de mi boca:

    25. No se desvíe tu corazón a los caminos de ella; no yerres en sus veredas,

    26. porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han sido muertos por ella.

    27. Camino del seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte».