30.7 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    1 Juan 5 - Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

    La fe que vence al mundo

    1. Todo el que cree que Jesús es el Cristo, es hijo de Dios; y todo el que ama a un padre, ama también al hijo engendrado por él.

    2. En esto podemos saber que amamos a nuestros hermanos, que son hijos de Dios lo mismo que nosotros: si amamos a Dios "y guardamos sus mandamientos.

    3. Porque amar a Dios significa guardar sus mandamientos, que no son difíciles de cumplir.

    4. Cualquiera que ha nacido de Dios vence al mundo; pero esta victoria únicamente puede obtenerse por la fe,

    5. pues nadie puede salir victorioso en la lucha contra el mal, sino sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios.

    7. Sabemos que Jesucristo vino al mundo por medio de agua y de sangre: no solo por medio del agua, sino por el agua y por la sangre vertida en la cruz. De esto da testimonio el Espíritu Santo, que es la verdad misma, y de ese modo los testigos son tres

    8. que concuerdan entre sí: el Espíritu Santo, el agua y la sangre.

    9. Y si nosotros aceptamos el testimonio de los hombres que comparecen ante los tribunales, con mayor razón habremos de creer a Dios, que ha testificado respecto de su Hijo.

    10. El que cree en el Hijo de Dios, ha aceptado ya en su corazón este testimonio; el que no cree, deja a Dios por mentiroso, porque no cree en el testimonio que él ha dado respecto de su Hijo.

    11. Y en esto consiste el testimonio: en que Dios nos ha concedido vida eterna, la vida que está en su Hijo.

    12. Por lo tanto, el que tiene al Hijo de Dios tiene en él la vida; el que no tiene al Hijo no tiene la vida. Observaciones finales

    El conocimiento de la vida eterna

    13. A vosotros, que creéis en el Hijo de Dios e invocáis su nombre, os he escrito estas cosas para que sepáis que tenéis vida eterna;

    14. y estamos seguros de que Dios nos escuchará siempre que le pidamos algo de acuerdo con su voluntad.

    15. Sabemos, pues, que él nos escucha cuando le presentamos nuestras peticiones, y también sabemos, sin ninguna duda, que responderá a lo que le hayamos pedido.

    16. Si alguien ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ruegue a Dios que le perdone, y Dios le dará la vida si, en efecto, ese pecado no lleva a la muerte. Pero hay pecado que sí lleva a la muerte, y por él no digo que se pida.

    17. Toda clase de maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte.

    18. Sabemos que nadie nacido de Dios practica el pecado, porque Cristo, el Hijo de Dios, le protege y no permite que el maligno le toque.

    19. Sabemos también que somos hijos de Dios y que el mundo entero está sometido al dominio del maligno;

    20. pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!

    21. Hijitos, guardaos de los ídolos.