30.7 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    2 Tesalonicenses 3 - Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

    Que la palabra de Dios sea glorificada

    1. Finalmente, hermanos, os ruego que oréis por nosotros, para que la palabra del Señor se propague, y dondequiera que llegue sea glorificada en el corazón de muchos, lo mismo que antes lo fue en el vuestro;

    2. y pedid también que seamos librados de hombres perversos, que no son de la fe del Señor.

    3. Pero él, el Señor, que es fiel, os dará fortaleza y os guardará de todo mal.

    4. Por lo que a nosotros respecta, tenemos la confianza puesta en el Señor, en que estáis llevando a la práctica nuestras enseñanzas y en que seguiréis haciéndolo así;

    5. y al Señor le pedimos que os encamine a una comprensión cada vez más profunda del amor de Dios y de la paciencia de Cristo. Exhortación al trabajo

    El deber de trabajar

    6. Pero, queridos hermanos, un mandamiento os damos en nombre de nuestro Señor Jesucristo: que os apartéis de cualquier otro hermano que ande holgazaneando y no haga caso a las enseñanzas que acerca del trabajo recibisteis de nosotros.

    7. Porque vosotros sabéis muy bien que debéis seguir nuestro ejemplo, pues jamás a nosotros nos visteis holgazanear.

    8. Siempre compramos la comida que necesitábamos, y con no poca fatiga tuvimos que trabajar día y noche a fin de ganarnos el sustento y no ser una carga para nadie.

    9. No porque no tuviéramos el derecho de ser mantenidos, sino porque queríamos dejaros un ejemplo que todos siguierais.

    10. Por eso, estando aún entre vosotros, os recomendamos: "El que no quiera trabajar, que tampoco coma".

    11. Pero hemos sabido que algunos de los vuestros no se sujetan a norma alguna, y que viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada aparte de entremeterse donde no los llaman.

    12. A éstos mandamos y encargamos, por la autoridad del Señor Jesucristo, que trabajen tranquilamente para ganarse la vida.

    13. Pero vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.

    14. Si alguno no hace caso a lo que decimos en esta carta, fijaos en quién es y no os juntéis con él, para que se avergüence.

    15. Pero no lo tengáis por enemigo, sino aconsejadle como a hermano. Saludos finales

    Bendición final

    16. Que el mismo Señor de paz os dé paz siempre y en toda circunstancia. El Señor sea con todos vosotros.

    17. De mi propio puño y letra os saludo ahora, como acostumbro hacer personalmente en mis cartas:

    18. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.