32.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    1 Corintios 4 - Biblia Castilian 2003

    El ministerio de los apóstoles

    1. Que los hombres sólo vean en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

    2. Ahora bien, a los administradores lo que se les exige es que sean fieles.

    3. A m poco me importa que me juzguéis vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me juzgo a m mismo.

    4. Aunque la conciencia de nada me remuerde, no por eso quedo justificado; mi juez es el Se or.

    5. As, pues, no juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Se or. Él iluminará lo que las tinieblas ocultan y pondrá al descubierto los designios del corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merece.

    6. En atención a vosotros, hermanos, he aplicado estas cosas, como ejemplo, a mi propio caso y al de Apolo, para que de nosotros aprendáis lo de: "No más de lo que está escrito", a fin de que no os infléis de vanidad, tomando partido por uno y contra otro.

    7. Pues, ¿quién te distingue sobre los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué presumes como si no lo hubieras recibido?

    8. Ya os sent s saciados. Ya os habéis hecho ricos. Ya habéis logrado el reino sin nosotros. ¡Ojalá fuera verdad que hubierais logrado el reino, para que también nosotros lo compartiéramos con vosotros!

    9. Por lo que veo, a nosotros, los apóstoles, Dios nos se aló el último lugar, como a condenados a muerte, convertidos en espectáculo para el mundo y para ángeles y hombres:

    10. nosotros, insensatos por Cristo; vosotros, sensatos en Cristo: nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados, nosotros despreciados.

    11. Hasta el momento presente pasamos hambre y sed y desnudez, recibimos bofetadas y andamos errantes sin hogar.

    12. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Si nos insultan, bendecimos; si nos persiguen lo soportamos;

    13. si nos calumnian, respondemos con bondad. Hemos venido a ser hasta ahora como basura del mundo, como desecho de todos.

    14. No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino para haceros una advertencia como a hijos m os queridos.

    15. Pues aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, padres no tenéis muchos: porque yo os engendré en Cristo Jesús por el Evangelio.

    16. Por lo tanto, os ruego que sigáis mi ejemplo.

    17. Por esto mismo os env o a Timoteo, hijo m o querido y fiel en el Se or: él os recordará mi conducta en Cristo [Jesús], acorde con lo que por todas partes ense o en todas las iglesias.

    18. Hay algunos que se han inflado como si yo no hubiera de ir a vosotros.

    19. Pero iré muy pronto, si el Se or quiere, y conoceré, no la palabrar a, sino el poder de esos orgullosos;

    20. porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

    21. ¿Qué queréis: que vaya yo a vosotros vara en mano, o con amor y esp ritu de mansedumbre?