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    1 Reyes 12 - Biblia Castilian 2003

    Rebelión de Israel

    1. Roboán se trasladó a Siquén, adonde hab a acudido todo Israel para proclamarlo rey.

    2. Al enterarse de ello, Jeroboán, hijo de Nebat, que estaba todav a en Egipto, adonde hab a huido del rey Salomón, regresó de Egipto,

    3. pues hab an enviado a llamarlo. Se presentó Jeroboán con toda la asamblea de Israel y hablaron as a Roboán:

    4. "Tu padre nos puso un yugo muy pesado. Aligera tú ahora la dura servidumbre impuesta por tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos".

    5. Respondióles él: "Volved a m dentro de tres d as". El pueblo se retiró.

    6. El rey Roboán pidió consejo a los ancianos que hab an estado al servicio de Salomón, su padre, mientras éste viv a, y les preguntó: "¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?".

    7. Ellos le contestaron: "Si hoy te muestras benévolo con este pueblo, los sirves y les haces caso y les respondes con buenas palabras, ellos serán para siempre servidores tuyos".

    8. Pero él desechó el consejo que le dieron los ancianos y consultó a los jóvenes que se hab an criado con él y que ahora estaban a su servicio.

    9. Y les preguntó: "¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo que me ha hablado as: "Aligera tú el yugo que nos impuso tu padre?"".

    10. Respondiéronle los jóvenes que se hab an criado con él: "As debes responder a este pueblo que te ha dicho: "Tu padre nos puso un yugo muy pesado, ahora procura tú hacerlo más liviano"; as debes responder: "Mi dedo me ique es más grueso que el torso de mi padre.

    11. As que, si mi padre os impuso un yugo pesado, yo agravaré aún más vuestro yugo. Mi padre os azotó con látigos, pero yo os azotaré con escorpiones "".

    12. Al tercer d a se presentó Jeroboán acompa ado de todo el pueblo ante Roboán, como les hab a indicado el rey cuando les dijo: "Volved a m dentro de tres d as".

    13. El rey respondió al pueblo con dureza, desechando el consejo que le hab an dado los ancianos.

    14. Les habló como le hab an aconsejado los jóvenes y les dijo: "Un yugo pesado os impuso mi padre, pero yo agravaré aún más vuestro yugo. Si mi padre os azotó con látigos, yo os azotaré con escorpiones".

    15. No escuchó, pues, el rey al pueblo, porque as estaba dispuesto por Yahveh, para que se cumpliera la palabra que Yahveh hab a anunciado por medio de Aj as de Siló, a Jeroboán, hijo de Nebat.

    16. Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: "¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!". Y los de Israel se fueron a sus tiendas.

    17. No obstante, Roboán reinó sobre los israelitas que moraban en las ciudades de Judá.

    18. Envió entonces el rey Roboán a Adonirán, supervisor de las levas, pero todo Israel lo lapidó hasta causarle la muerte. Incluso el rey Roboán tuvo que apresurarse a subir al carro para huir a Jerusalén.

    19. As se separó Israel de la casa de David hasta el d a de hoy.

    20. Cuando todo Israel supo que Jeroboán hab a regresado, enviaron a llamarlo a la asamblea y le proclamaron rey de todo Israel. Tan sólo la tribu de Judá quedó vinculada a la casa de David.

    21. As que llegó Roboán a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá, juntamente con la tribu de Benjam n: ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, para marchar contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboán, hijo de Salomón.

    22. Pero Dios dirigió su palabra a Sema as, varón de Dios, diciéndole:

    23. "Di a Roboán, hijo de Salomón, rey de Judá y a toda la casa de Judá y de Benjam n y al resto del pueblo:

    24. "As habla Yahveh: no subáis a combatir contra vuestros hermanos, los israelitas. Vuélvase cada uno a su casa, porque de m proviene esto"". Obedecieron ellos la intimación de Yahveh y abandonaron la campa a, conforme a la palabra de Yahveh.

    El pecado de Jeroboam

    25. Jeroboán fortificó Siquén, en la monta a de Efra n, y estableció en ella su residencia. Luego, salió de all y fortificó Penuel.

    26. Después Jeroboán pensó en su interior: "El reino podr a volver a la casa de David,

    27. si el pueblo continúa subiendo a Jerusalén para ofrecer sacrificios en el templo de Yahveh. Porque, entonces, el corazón de este pueblo se volverá a su se or, Roboán, rey de Judá, y terminarán por matarme para retornar a Roboán, rey de Judá".

    28. Después de haberse asesorado el rey, mandó fabricar dos becerros de oro, y dijo al pueblo: "¡Basta ya de subir a Jerusalén! Aqu tienes, Israel, a tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto".

    29. Y puso el uno en Betel y el otro en Dan.

    30. Esto fue ocasión de pecado, pues la gente iba al uno y al otro, a Betel y a Dan.

    31. Edificó, además, santuarios en los lugares altos, y eligió sacerdotes de entre el pueblo que no eran levitas.

    32. Jeroboán instituyó también una fiesta el d a quince del octavo mes, similar a la de Judá, y él mismo subió al altar. As hizo en Betel, donde ofreció sacrificios a los becerros que hab a fabricado. Y estableció en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que hab a construido.

    33. Y el d a siguiente del octavo mes, el mes que él hab a escogido por propia iniciativa, subió al altar que hab a construido en Betel, instituyó una fiesta para los israelitas y él mismo subió al altar para quemar incienso.