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    Daniel 8 - Biblia Castilian 2003

    Visión del carnero y del macho cabrío

    1. En el a o tercero del reinado de Baltasar, yo, Daniel, tuve una visión, después de aquella que ya hab a tenido.

    2. Estaba yo mirando durante la visión, y me pareció hallarme en Susa, la fortaleza, situada en la provincia de Elam. Advert en la visión que me encontraba a orillas del Ulay.

    3. Alcé los ojos, miré, y he aqu que hab a un carnero delante del r o. Ten a dos cuernos. Los dos eran altos; pero uno más que el otro; el más alto hab a despuntado el último.

    4. Vi que el carnero daba cornadas al oeste, al norte y al sur. Ningún animal pod a resistirle y nadie pod a librarse de su poder. Actuaba a su capricho y as se hizo grande.

    5. Estaba yo intentando comprender, cuando de pronto vino del occidente un macho cabr o que recorr a toda la superficie de la tierra sin tocar el suelo. El macho cabr o ten a un cuerno bien visible entre los ojos.

    6. Se dirigió hacia el carnero de los dos cuernos que yo hab a visto plantado junto al r o, y corrió hacia él con toda la furia de su fuerza.

    7. Vi que se acercó al carnero enfurecido contra él. Le embistió y le rompió los dos cuernos sin que el carnero tuviera fuerza para resistirle, lo arrojó en tierra, lo pisoteó y no hubo nadie que librara al carnero de aquel ataque.

    8. El macho cabr o creció mucho; pero cuando más fuerte era se le rompió el gran cuerno y en su lugar le salieron cuatro cuernos orientados a los cuatro vientos del cielo.

    9. De uno de ellos salió un cuerno peque o, que creció mucho hacia el sur, hacia el oriente y hacia el pa s de la Magnificencia.

    10. Creció hasta el ejército del cielo, echó por tierra parte de este ejército y de las estrellas y las pisoteó.

    11. Se elevó hasta el mismo jefe de este ejército y le quitó el sacrificio perpetuo. Destrozó el fundamento de su santuario,

    12. y su ejército. Sobre el sacrificio perpetuo fue colocada la iniquidad y derribada por tierra la verdad. Actuó as y tuvo éxito.

    13. Luego o hablar a un santo, y otro santo dijo al que hablaba: "¿Hasta cuándo durará la visión: el sacrificio perpetuo abolido, la iniquidad desoladora, el santuario y el ejército pisoteados?".

    14. Él le respondió: "Hasta dos mil trescientas tardes y ma anas. Entonces será rehabilitado el santuario".

    15. Mientras yo, Daniel, contemplaba la visión y trataba de comprenderla, vi, de pie, junto a m, a uno que ten a figura humana,

    16. y o una voz humana en medio del Ulay que gritaba y dec a: "¡Gabriel, expl cale a éste la visión!".

    17. Vino hacia m y, cuando se acercó, me sent atemorizado y ca rostro en tierra. Él me dijo: "Debes entender, hijo de hombre; que la visión se refiere al tiempo del fin".

    18. Mientras él hablaba conmigo, ca rostro en tierra desmayado. Él me tocó y me puso de pie en el lugar donde me hallaba.

    19. Después dijo: "Mira, voy a darte a conocer lo que sucederá al final de la cólera, porque el fin está prefijado.

    20. El carnero de dos cuernos que viste son los reyes de Media y de Persia.

    21. El macho cabr o es el rey de Grecia, y el gran cuerno que hab a entre sus ojos es el primer rey.

    22. El cuerno roto y los cuatro cuernos que salieron en su lugar son cuatro reinos que surgirán de su nación, pero su poder será menor.

    23. "Al final de sus reinos, colmada la medida de sus pecados, surgirá un rey insolente y hábil en intrigas.

    24. Tendrá enorme poder; causará ruinas inmensas, tendrá éxito en todo cuanto emprenda, exterminará a los poderosos y al pueblo de los santos.

    25. Gracias a su astucia prosperará el fraude en su mano, se ensalzará en su corazón, aniquilará a muchos con enga o, se alzará contra el pr ncipe de los pr ncipes, pero será quebrantado, y no por mano de hombre.

    26. La visión de las tardes y de las ma anas que ha sido expuesta, es verdadera. Pero tú guarda en secreto la visión, pues es para d as lejanos."

    27. Yo, Daniel, ca desfallecido y estuve enfermo varios d as. Después me levanté y despaché los asuntos del rey. La visión me hab a aturdido y no acaba de entenderla.