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    Deuteronomio 11 - Biblia Castilian 2003

    La grandeza de Jehová

    1. Ama a Yahveh, tu Dios, y guarda siempre lo que él prescribe que se guarde: sus preceptos, sus normas y sus mandamientos.

    2. Reconoced hoy lo que vuestros hijos no experimentaron ni vieron, la lección de Yahveh, vuestro Dios, su grandeza, su mano poderosa, su brazo tenso,

    3. sus se ales y las haza as que realizó en Egipto contra el Faraón, rey de Egipto, y contra toda su tierra;

    4. lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, arrojando sobre ellos las aguas del mar de los Juncos cuando os persegu an y destruyéndolos Yahveh hasta este d a;

    5. lo que ha hecho por vosotros en el desierto, hasta que llegasteis a este lugar;

    6. y lo que hizo con Datán y Abirón, hijos de Eliab, descendientes de Rubén, cuando la tierra abrió su boca y los tragó, en medio de Israel, junto con sus familias, sus tiendas, y con todo lo que ten an.

    7. Vuestros ojos han visto todas las grandes haza as que Yahveh realizó.

    Bendiciones de la Tierra Prometida

    8. Guardad todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que cobréis ánimo y lleguéis a conquistar la tierra a la que vais a pasar para tomar posesión de ella,

    9. y para que prolonguéis vuestros d as sobre el suelo que Yahveh juró dar a vuestros padres y a su posteridad, tierra que mana leche y miel.

    10. Porque la tierra en cuya posesión vas a entrar no es como el pa s de Egipto, de donde salisteis, donde sembrabas tu semilla y regabas con ayuda de tu pie, como en un huerto de hortalizas.

    11. La tierra en cuya posesión vais a entrar es una tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo;

    12. es una tierra de la que cuida Yahveh, tu Dios, y sobre la cual Yahveh, tu Dios, tiene constantemente puestos sus ojos, desde que empieza el a o hasta que termina.

    13. Si obedecéis fielmente los mandamientos que hoy os prescribo yo, si amáis a Yahveh, vuestro Dios, y le serv s con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma,

    14. daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, la de oto o y la de primavera, y cosecharás tu trigo, tu mosto y tu aceite;

    15. daré hierba en tu campo para tus ganados; y tú podrás comer hasta saciarte.

    16. Pero guardaos de que vuestro corazón se deje seducir y apostatéis sirviendo a dioses extra os y postrándoos ante ellos;

    17. porque la cólera de Yahveh se encender a contra vosotros, cerrar a los cielos, no habr a más lluvia, la tierra no dar a sus frutos y desaparecer ais rápidamente de la buena tierra que Yahveh os da.

    18. Poned, pues, estas palabras m as en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como se al en vuestra mano y serán como un signo entre vuestros ojos.

    19. Ense adlas a vuestros hijos y habladles de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de camino, cuando estés acostado y cuando estés levantado.

    20. Las escribirás en las jambas de la entrada de tu casa y en tus puertas,

    21. para que vuestros d as y los d as de tus hijos sobre la tierra que Yahveh juró dar a vuestros padres sean tan numerosos como los d as del cielo sobre la tierra.

    22. Si observáis puntualmente todos estos mandamientos que os prescribo para que los cumpláis, amando a Yahveh, vuestro Dios, caminando por todos sus caminos y allegándoos a él,

    23. Yahveh arrojará de delante de vosotros a todos estos pueblos y despojaréis a naciones más grandes y poderosas que vosotros.

    24. Todo lugar que pise la planta de vuestros pies será vuestro: desde el desierto al L bano, y desde el r o, el Éufrates, hasta el mar occidental se extenderán vuestras fronteras.

    25. Nadie podrá resistiros. Yahveh, vuestro Dios, sembrará el miedo y el terror sobre toda la faz de la tierra que hollaren vuestros pies, como os ha dicho.

    26. Mira: yo pongo hoy ante vosotros bendición y maldición:

    27. bendición, si escucháis los mandamientos de Yahveh, vuestro Dios, que yo os prescribo hoy;

    28. maldición, si no atendéis a los mandamientos de Yahveh, vuestro Dios, si os desviáis del camino que yo os prescribo hoy, para ir en pos de otros dioses que no habéis conocido.

    29. Y cuando Yahveh, tu Dios, te haya introducido en la tierra en cuya posesión vas a entrar, pondrás la bendición sobre el monte Gariz n y la maldición sobre el monte Ebal.

    30. ¿No están ambos al otro lado del Jordán, detrás del camino de poniente, en el pa s de los cananeos, que habitan en la Arabá, frente a Guilgal; junto al encinar de Moré?

    31. Porque vosotros vais a pasar el Jordán para ir a tomar posesión de la tierra que Yahveh, vuestro Dios, os da.

    32. Cuando la poseáis y habitéis en ella, guardaréis y pondréis en práctica todos los preceptos y las normas que yo os promulgo hoy.