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    Eclesiastés 10 - Biblia Castilian 2003

    Excelencia de la sabiduría

    1. Una mosca muerta echa a perder el ungüento del perfumista. Un poco de necedad pesa más que la sabidur a y la gloria.

    2. El corazón del sabio está a la derecha; el corazón del necio, a la izquierda.

    3. Cuando el necio se pone en camino, le falla el entendimiento, y a todos muestra que es necio.

    4. Si la ira de quien manda se alza contra ti, no abandones tu puesto, porque la calma evita muchos errores.

    5. Hay otro mal que he visto bajo el sol, error que procede del soberano:

    6. el necio es colocado en cargos importantes, mientras los ricos ocupan los puestos más bajos.

    7. He visto esclavos a caballo y pr ncipes caminando a pie como esclavos.

    8. Quien cava una fosa caerá en ella, a quien destruye una tapia le morderá una serpiente.

    9. Quien extrae piedras se lastimará, quien corta le a tiene su peligro.

    10. Si el hacha está mellada y no se afila el corte, habrá que poner más esfuerzo. La sabidur a da el remedio.

    11. Si muerde una serpiente no encantada, mal negocio para el encantador.

    12. Las palabras de la boca del sabio son favor para él, pero al necio sus labios le pierden.

    13. El comienzo de su parloteo es insensatez; el final de lo que dice pésima locura.

    14. El necio multiplica las palabras. El hombre ignora lo que ha sucedido; y lo que ha de suceder después de él ¿quién se lo manifestará?

    15. El trabajo cansa al necio: no sabe ir a la ciudad.

    16. ¡Ay de ti, pa s, que por rey tienes un ni o y cuyos pr ncipes banquetean ya de ma ana!

    17. ¡Dichoso tú, pa s, que por rey tienes un noble y cuyos pr ncipes comen a su tiempo como hombres y no como epulones.

    18. Por negligencia se hunde el tejado, y por pereza tiene goteras la casa.

    19. Para divertirse se preparan los banquetes: el vino alegra la vida y el dinero sirve para todo.

    20. No maldigas del rey ni siquiera en tu lecho, ni maldigas del rico ni siquiera en tu alcoba, porque las aves del cielo llevarán tus palabras y los pájaros repetirán lo que hayas dicho.