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    Ezequiel 21 - Biblia Castilian 2003

    La espada afilada de Jehová

    1. Me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

    2. "Hijo de hombre, vuelve tu rostro en dirección al sur, vaticina hacia el mediod a, profetiza contra el bosque de la región del Negueb.

    3. Di al bosque del Negueb: escucha la palabra de Yahveh. As dice el Se or Yahveh: "Mira: voy a prenderte fuego, que devorará en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la abrasadora llama, de tal modo que arderá toda la superficie desde el sur hasta el norte".

    4. Todo mortal verá que yo, Yahveh, la he encendido; no se apagará".

    5. Entonces exclamé: "¡Ay, Se or Yahveh!, ellos dicen de m: "¡No es más que un recitador de fábulas!".

    6. Me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

    7. "Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén, vaticina hacia los santuarios, profetiza contra el pa s de Israel.

    8. Di al pa s de Israel: "As dice Yahveh: aqu estoy yo contra ti; sacaré mi espada de la vaina y exterminaré de ti a inocentes y pecadores.

    9. Puesto que voy a exterminar de ti a inocentes y pecadores, por eso saldrá mi espada de su vaina contra todo mortal desde el sur hasta el norte.

    10. Y todo mortal sabrá que yo, Yahveh, he sacado mi espada de la vaina; ya no será envainada".

    11. "Gime, pues, hijo de hombre; gime como quien tiene los ri ones quebrantados y amargura en sus ojos.

    12. Y cuando te pregunten: "¿Por qué gimes?", les dirás: "Porque llegará una noticia que hará desmayar todos los corazones, desfallecer todas las manos, abatirse todos los esp ritus, deshacerse en agua todas las rodillas". Mirad que está llegando y se cumplirá - oráculo del Se or Yahveh."

    13. Me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

    14. "Hijo de hombre, profetiza y di: as dice el Se or Yahveh. Di: "¡Una espada, una espada aguzada y además bru ida!

    15. Para degollar está aguzada, para brillar como el rayo está bru ida.

    16. La dieron a bru ir para empu arla. La espada está aguzada y además bru ida, para ponerla en mano del verdugo.

    17. Grita, ulula, hijo de hombre, porque la blanden contra mi pueblo, contra todos los pr ncipes de Israel, que serán entregados a la espada con mi pueblo; por eso, golpéate el muslo,

    18. pues la prueba está hecha. ¿Y cómo no sucederá, aunque haya un cetro desde oso? - oráculo del Se or Yahveh.

    19. Tú, hijo de hombre, profetiza, bate palmas. Caiga la espada dos veces, tres veces; es la espada de las v ctimas, la espada de la gran mortandad, que amenaza a todos ellos.

    20. Para que desmayen los corazones y se multipliquen los ca dos, junto a todas sus puertas pongo el estrago de la espada. ¡Ay! Para brillar está hecha, para matar está bru ida.

    21. Hiere a la derecha, g rate a la izquierda, dirige por doquier tus filos.

    22. También yo batiré palmas y aplacaré mi furor. Yo, Yahveh, he hablado"."

    23. Me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

    24. "Tú, hijo de hombre, se ala dos caminos para la venida de la espada del rey de Babilonia. Los dos arrancarán de un mismo pa s. Pon luego una se al; márcala al comienzo del camino de cada ciudad.

    25. Se ala un camino para que la espada venga a Rabá de los amonitas, y el otro a Judá y a Jerusalén, la fortificada.

    26. Porque el rey de Babilonia se ha parado en la bifurcación del camino, al comienzo de los dos caminos, para recurrir a la adivinación: sacude las flechas, pregunta a los terafim, observa el h gado.

    27. En su mano derecha está el oráculo: "¡A Jerusalén!", para abrir la boca para la matanza, lanzar el grito de guerra, poner arietes contra las puertas, levantar un terraplén y construir un baluarte.

    Juicio contra los amonitas

    28. Para ellos se trata de una adivinación falsa, pues cuentan con juramentos solemnes. Pero él recuerda su iniquidad y los apresará".

    29. "Por eso, as dice el Se or Yahveh: "Porque habéis despertado el recuerdo de vuestras iniquidades y habéis descubierto vuestros delitos; porque habéis puesto de manifiesto vuestros pecados con todas vuestras malas acciones; porque habéis hecho recordarlos, por ellos seréis apresados"."

    30. "En cuanto a ti, vil criminal, pr ncipe de Israel, cuyo d a ha llegado con el momento del último castigo,

    31. as dice el Se or Yahveh: "Qu tate el turbante, despójate de la corona". Se va a producir un cambio: lo humilde será ensalzado, y lo ensalzado será humillado.

    32. Una ruina, una ruina, una ruina haré de él como nunca la hubo hasta que venga quien tiene el derecho y a quien yo se lo daré."