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domingo, agosto 18, 2024
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    Job 21 - Biblia Castilian 2003

    Job afirma que los malos prosperan

    1. Job tomó la palabra y dijo:

    2. "Escuchad, escuchad mis palabras; concededme al menos este consuelo.

    3. Permitidme que hable todav a; cuando yo termine, podréis burlaros.

    4. ¿Acaso me quejo yo de un hombre? ¿Pierdo sin motivo la paciencia?

    5. Prestadme atención: os horrorizaréis y os pondréis la mano en la boca.

    6. Cuando yo lo pienso, me espanto, y mi carne se estremece de terror.

    7. ¿Por qué siguen viviendo los malvados, llegan a viejos y conservan su poder?

    8. Su descendencia se afirma ante ellos, y ante su vista crecen sus vástagos.

    9. Sus casas están a salvo, sin miedo, no los toca la vara de Dios.

    10. Su toro fecunda sin fallar, sin abortar pare su vaca.

    11. Corretean sus peque os como reba o, saltan sus hijos como ciervos.

    12. Cantan ellos con tambor y c tara, disfrutan al son de la flauta.

    13. Y sus d as acaban en la dicha, descienden plácidamente al seol.

    14. Y eso que dijeron a Dios: ¡Lejos de otros! ¡No queremos conocer tus caminos!

    15. ¿Quién es Sadday para que le sirvamos? ¿De qué nos valdrá suplicarle?

    16. ¿No tienen ellos su dicha en la mano aunque el plan del imp o está lejos de Dios?

    17. ¿Cuándo se apaga la lámpara de los perversos, se abate sobre ellos la miseria, los destruye la cólera divina,

    18. o son como paja que lleva el viento como tamo que arrastra el torbellino?

    19. ¿Reservará Dios a sus hijos la pena? ¡Cast guele a él, para que aprenda!

    20. ¡Que sus ojos contemplen la miseria, y beba el furor de Sadday!

    21. ¿Qué le importa su casa una vez muerto una vez rota la serie de sus meses?

    22. Pero ¿quién dará lecciones a Dios que juzga a los seres superiores?

    23. Muere el uno en plena prosperidad, en el colmo de la paz y de la dicha,

    24. con sus lomos bien cubiertos de grasa y la médula de sus huesos bien fresca.

    25. El otro perece con el alma afligida sin haber probado la felicidad.

    26. Sin embargo, juntos reposan en el polvo, a los dos los gusanos los recubren.

    27. S, conozco vuestros pensamientos y vuestros prejuicios contra m.

    28. ¿Qué fue, dec s, de la casa del potentado, de la tienda que habitaban los perversos?

    29. ¿No habéis preguntado a los viajeros? ¿No conocéis ya sus testimonios?

    30. Que el malvado es quien se libra en el d a del desastre, quien se salva en el d a del furor.

    31. ¿Quién le echa en cara su conducta? ¿Quién le da lo que sus hechos merecen?

    32. Cuando es llevado al cementerio se monta guardia en su tumba.

    33. Leves le son los terrones de la fosa. Le va siguiendo todo el pueblo y le precede un gent o incontable.

    34. ¿A qué, pues, me consoláis en vano? ¡Puro enga o son vuestras respuestas!".