Job 3 - Biblia Castilian 2003

Job maldice el día en que nació

1. Por fin, Job abrió su boca y maldijo el d a de su nacimiento

2. en estos términos:

3. "¡Perezca el d a en que nac y la noche que anunció: "Ha sido concebido un varón"!

4. ¡Sea tinieblas ese d a, no lo recuerde Dios desde los cielos, no brille sobre él la luz!

5. ¡Envuélvanlo tinieblas y sombras, pósese sobre él oscura nube, llénelo de espanto un eclipse solar!

6. ¡Cúbralo, s, la negrura, bórrese de los d as del a o, no figure en la cuenta de los meses!

7. ¡Y esa noche sea estéril, no haya en ella gritos de placer!

8. ¡Mald ganla los que maldicen el d a, los que buscan despertar a Leviatán!

9. ¡En su alborada no luzcan las estrellas! ¡Qué aguarde en vano el resplandor y no vea el parpadeo de la aurora!

10. Porque no me cerró las puertas del vientre para ocultar a mis ojos los dolores.

11. ¿Por qué no mor en las entra as, o no perec en saliendo del seno?

12. ¿Por qué me acogieron dos rodillas y hallé unos pechos que me amamantaran?

13. Pues ahora yacer a en la calma, dormir a, tendr a descanso

14. con los reyes y los grandes de la tierra, que se construyen soledades,

15. o con los pr ncipes que poseen oro y llenan de plata sus mansiones.

16. O, cual oculto aborto, no hubiera existido, como los ni os que no vieron la luz.

17. All no se agitan los perversos, all reposan los exhaustos de fuerzas.

18. También los cautivos están ya tranquilos: no perciben más la voz del vigilante.

19. All se confunden peque os y grandes, y el siervo queda libre de su due o.

20. ¿Por qué dar la luz a un desgraciado, dar vida a quien la pasa en amargura,

21. a los que en vano suspiran por la muerte, y la buscan más que a un tesoro escondido,

22. a los que disfrutar an con la tumba y estar an contentos al dar con el sepulcro?

23. ¿Por qué dar la vida al hombre que no ve su camino, a quien Dios le cierra el paso por doquier?

24. Mis suspiros me sirven de alimento y como el agua se derraman mis gemidos,

25. pues todos mis temores se cumplen, mis recelos se tornan realidad.

26. No tengo sosiego ni paz, no tengo descanso: todo es turbación".