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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 3 - Biblia Castilian 2003

    El hombre de la mano seca

    1. Entró de nuevo en la sinagoga. Hab a all un hombre que ten a una mano seca;

    2. y estaban espiando a Jesús a ver si lo curaba en sábado, para poder acusarlo.

    3. Dice entonces al hombre que ten a la mano seca: "Ponte aqu delante".

    4. Luego les dice: "¿Es l cito en sábado hacer bien o hacer mal; salvar una vida o dejarla perecer?". Pero ellos guardaban silencio.

    5. Y mirándolos en torno con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: "Extiende la mano". Él la extendió, y la mano se le quedó sana.

    6. Los fariseos, apenas salieron, junto con los herodianos, en seguida acordaron en consejo contra Jesús la manera de acabar con él.

    La multitud a la orilla del mar

    7. Jesús con sus disc pulos se retiró a la orilla del mar. Grandes multitudes de Galilea lo siguieron. También acudieron a él, al o r las cosas que hac a, una gran muchedumbre de Judea,

    8. de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los contornos de Tiro y Sidón.

    9. Entonces, a causa de la muchedumbre, dijo a los disc pulos le dispusieran una barquilla para que no lo apretujaran;

    10. porque, como curaba a tantos, todos los que ten an alguna enfermedad se le echaban encima para tocarlo.

    11. También los esp ritus impuros, cuando lo ve an, se postraban ante él gritando: "Tú eres el Hijo de Dios".

    12. Pero él, en términos severos, les conminaba que no lo divulgaran.

    Elección de los doce apóstoles

    13. Sube luego al monte, llama junto a s a los que quer a, y ellos acudieron a él.

    14. Constituyó a Doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar,

    15. con poder para expulsar a los demonios.

    16. Éstos fueron los doce elegidos por él: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro;

    17. Santiago, el de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a quienes puso el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno;

    18. Andrés y Felipe, Bartolomé y Mateo, Tomás y Santiago el de Alfeo, Tadeo y Simón el Cananeo;

    19. y Judas Iscariote, el que luego lo entregó.

    La blasfemia contra el Espíritu Santo

    20. Vuelve a casa; y de nuevo se reúne tanta gente que ni siquiera pod an comer.

    21. Cuando lo oyeron los de su familia, fueron con ánimo de tomarlo bajo su custodia, pues se dec a: "Está fuera de s ".

    22. Los escribas que hab an bajado de Jerusalén dec an: "Éste tiene a Beelzebul; y es por arte del pr ncipe de los demonios por quien éste expulsa a los demonios".

    23. Entonces los llamó junto a s y les dijo por medio de parábolas: "¿Cómo puede Satanás arrojar a Satanás?

    24. Si un reino se divide en bandos, ese reino no puede resistir;

    25. y si una casa se divide en bandos, tampoco esa casa podrá resistir.

    26. Si, pues, Satanás se levanta contra s mismo y se divide en bandos, no puede resistir, sino que ha llegado su fin.

    27. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquearla si primero no logra atarlo; sólo entonces le saqueará la casa.

    28. Os aseguro que a los hombres se les perdonará todo: los pecados y aun las blasfemias que profieran.

    29. Pero quien blasfemare contra el Esp ritu Santo jamás tendrá perdón, sino que siempre llevará consigo su pecado".

    30. Es que ellos dec an: "Está pose do de un esp ritu impuro".

    La madre y los hermanos de Jesús

    31. Llegan entre tanto su madre y sus hermanos, y, quedándose fuera, lo mandaron llamar.

    32. El pueblo estaba sentado en torno de él. Y le avisan: "Mira que tu madre tus hermanos y hermanas están ah fuera buscándote".

    33. Pero él les contesta: "¿Quién es mi madre y quiénes mis hermanos?".

    34. Y paseando la mirada por los que estaban sentados a su alrededor, dice: "He aqu a mi madre y mis hermanos.

    35. El que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre".