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viernes, julio 19, 2024
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    Génesis 33 - Dios habla hoy

    Reconciliación entre Jacob y Esaú

    1. Cuando Jacob vio que Esaú venía acompañado de cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas.

    2. Colocó primero a las esclavas con sus hijos, luego a Lía con sus hijos, y por último a Raquel y José.

    3. Luego se adelantó a ellos, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente siete veces, [1] hasta que estuvo cerca de su hermano.

    4. Pero Esaú corrió a su encuentro y , echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Los dos lloraron.

    5. Después Esaú se fijó en las mujeres y en los niños, y preguntó: –Y estos, ¿quiénes son? –Son los hijos que Dios le ha dado a tu servidor –dijo Jacob.

    6. Entonces las esclavas y sus hijos se acercaron y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente;

    7. luego se acercaron Lía y sus hijos, y se inclinaron de la misma manera, y por último se acercaron José y Raquel, y también se inclinaron.

    8. De pronto Esaú preguntó: –¿Qué piensas hacer con todas esas manadas que he venido encontrando? –Ganarme tu buena voluntad–respondió Jacob.

    9. –No, hermano mío; yo tengo suficiente. Quédate con lo que es tuyo–dijo Esaú.

    10. Pero Jacob insistió: –No, por favor. Si me he ganado tu buena voluntad, acepta este regalo, pues verte en persona es como ver a Dios mismo, ya que tú me has recibido muy bien.

    11. Te ruego que aceptes el regalo que te he traído, pues Dios me ha hecho rico, y nada me falta. Tanto insistió Jacob, que al fin Esaú aceptó el regalo;

    12. pero dijo: –Bueno, vámonos de aquí. Yo iré delante de ti.

    13. y Jacob respondió: –Querido hermano, tú sabes que los niños son débiles, y que debo pensar en las ovejas y en las vacas con cría; si se les cansa, en un solo día pueden morir todas las ovejas.

    14. Es mejor que tú te adelantes a este servidor tuyo; yo iré poco a poco, al paso de los animales que van delante de mí, y al paso de los niños, hasta reunirme contigo en Seír.

    15. –Bueno –dijo Esaú–, permíteme dejarte algunos hombres de los que vienen conmigo. Pero Jacob contestó: –¡No, por favor! ¿Para qué te molestas?

    16. Ese mismo día, Esaú regresó a Seír.

    17. Jacob, en cambio, se fue a Sucot, y allí hizo una casa para él y unas enramadas para sus animales. Por eso, a aquel lugar lo llamó Sucot. [2]

    18. Cuando Jacob vino de Padán-aram, llegó sano y salvo a Canaán y acampó frente a la ciudad de Siquem.

    19. Por cien monedas compró un terreno a los hijos de Hamor, el padre de Siquem, y allí puso su campamento.

    20. Después construyó un altar, y lo llamó El-elohé-israel.