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jueves, julio 18, 2024
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    Hebreos 11 - Dios habla hoy

    La fe

    1. Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.

    2. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.

    3. Por fe sabemos que Dios formó los mundos mediante su palabra, [1] de modo que lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse.

    4. Por fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el que ofreció Caín, y por eso Dios lo declaró justo y le aceptó sus ofrendas. [2] Así que, aunque Abel está muerto, sigue hablando por medio de su fe.

    5. Por su fe, Henoc fue llevado en vida para que no muriera, y a no lo encontraron, porque Dios se lo había llevado. Y la Escritura dice que, antes de ser llevado, Henoc había agradado a Dios. [3]

    6. Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.

    7. Por fe, Noé, cuando Dios le advirtió que habían de pasar cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó el arca para salvar a su familia. [4] y por esa misma fe, Noé condenó a la gente del mundo y fue heredero de la justicia que se obtiene por la fe.

    8. Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, [5]

    9. y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. [6] Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. [7]

    10. Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.

    11. Por fe también, aunque Sara no podía tener hijos y Abraham era demasiado viejo, este recibió fuerzas para ser padre, [8] porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa.

    12. Así que Abraham, aunque y a próximo al fin de sus días, llegó a tener descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar. [9]

    13. Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. [10]

    14. y los que dicen tal cosa, claramente dan a entender que todavía andan en busca de una patria.

    15. Si hubieran estado pensando en la tierra de donde salieron, bien podrían haber regresado allá;

    16. pero ellos deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, [11] pues les tiene preparada una ciudad.

    17. Por fe, Abraham, cuando Dios lo puso a prueba, tomó a Isaac para ofrecerlo en sacrificio. Estaba dispuesto a ofrecer a su único hijo, [12] a pesar de que Dios le había prometido:

    18. "Por medio de Isaac tendrás descendientes."[13]

    19. Es que Abraham reconocía que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; y por eso Abraham recobró a su hijo, [14] y así vino a ser un símbolo.

    20. Por fe, Isaac prometió bendiciones futuras a Jacob y a Esaú. [15]

    21. Por fe, Jacob, cuando y a iba a morir, prometió bendiciones a cada uno de los hijos de José, y adoró a Dios apoyándose sobre la punta de su bastón. [16]

    22. Por fe, José, al morir, dijo que los israelitas saldrían más tarde de la tierra de Egipto, y dejó órdenes acerca de lo que deberían hacer con sus restos. [17]

    23. Por fe, al nacer Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses; porque vieron que era un niño hermoso, y no tuvieron miedo de la orden que el rey había dado de matar a los niños. [18]

    24. y por fe, Moisés, cuando y a fue hombre, no quiso llamarse hijo de la hija del faraón;[19]

    25. prefirió ser maltratado junto con el pueblo de Dios, a gozar por un tiempo los placeres del pecado.

    26. Consideró de más valor sufrir la deshonra del Mesías[20] que gozar de la riqueza de Egipto; porque tenía la vista puesta en la recompensa que Dios le había de dar.

    27. Por fe, Moisés se fue de la tierra de Egipto, [21] sin miedo al enojo del rey; y se mantuvo firme en su propósito, como si viera al Dios invisible.

    28. Por fe, Moisés celebró la Pascua y mandó rociar las puertas con sangre, para que el ángel de la muerte no tocara al hijo mayor de ningún israelita. [22]

    29. Por fe, los israelitas pasaron el Mar Rojo como si fuera tierra seca; luego, cuando los egipcios quisieron hacer lo mismo, se ahogaron. [23]

    30. Por fe cayeron los muros de la ciudad de Jericó, después que los israelitas marcharon alrededor de ellos durante siete días. [24]

    31. y por fe, Rahab, la prostituta, no murió junto con los desobedientes, porque ella había recibido amistosamente a los espías de Israel. [25]

    32. ¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, [26] de Barac, [27] de Sansón, [28] de Jefté, [29] de David, [30] de Samuel[31] y de los profetas.

    33. Por la fe conquistaron países, impartieron justicia, recibieron lo que Dios había prometido, cerraron la boca de los leones, [32]

    34. apagaron fuegos violentos, [33] escaparon de ser muertos a filo de espada, sacaron fuerzas de flaqueza y llegaron a ser poderosos en la guerra, venciendo a los ejércitos enemigos.

    35. Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus familiares muertos. [34] Otros murieron en el tormento, sin aceptar ser liberados, a fin de resucitar a una vida mejor. [35]

    36. Otros sufrieron burlas y azotes, [36] y hasta cadenas y cárceles. [37]

    37. y otros fueron muertos a pedradas, [38] aserrados por la mitad[39] o muertos a filo de espada;[40] anduvieron de un lado a otro vestidos solo de piel de oveja y de cabra; pobres, afligidos y maltratados.

    38. Estos hombres, que el mundo ni siquiera merecía, anduvieron sin rumbo fijo por los desiertos, y por los montes, y por las cuevas y las cavernas de la tierra. [41]

    39. Sin embargo, ninguno de ellos recibió lo que Dios había prometido, aunque fueron aprobados por la fe que tenían;

    40. porque Dios, teniéndonos en cuenta a nosotros, había dispuesto algo mejor, para que solamente en unión con nosotros fueran ellos hechos perfectos.