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miércoles, julio 17, 2024
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    Juan 1 - Dios habla hoy

    El Verbo hecho carne

    1. En el principio y a existía la Palabra;[1] y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.

    2. Él estaba en el principio con Dios.

    3. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. [2]

    4. En él estaba la vida, [3] y lo que fue hecho tenía vida en él, y la vida era la luz. 2 [RV-1995: En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres].

    5. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.

    6. Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió

    7. como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía.

    8. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.

    9. La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo. [4]

    10. Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y , aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron.

    11. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron.

    12. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.

    13. y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado. [5]

    14. Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió[6] entre nosotros. Y hemos visto su gloria, [7] la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.

    15. Juan dio testimonio de él, diciendo: "Este es aquel a quien yo me refería cuando dije que el que viene después de mí es más importante que yo, porque existía antes que y o."

    16. De su abundancia todos hemos recibido un don en vez de otro;[8]

    17. porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo.

    18. Nadie ha visto jamás a Dios;[9] el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo hadado a conocer. [10]

    Testimonio de Juan el Bautista

    19. Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías[11] enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él.

    20. y él confesó claramente: –Yo no soy el Mesías.

    21. Le volvieron a preguntar: –¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?[12] Juan dijo: –No lo soy. Ellos insistieron: –Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?[13] Contestó: –No.

    22. Le dijeron: –¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?

    23. Juan les contestó: –Yo soy una voz que grita en el desierto: 'Abran un camino derecho para el Señor', tal como dijo el profeta Isaías. [14]

    24. Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan,

    25. le preguntaron: –Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?

    26. Juan les contestó: –Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen

    27. y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. [15]

    28. Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, [16] al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.

    El Cordero de Dios

    29. Al día siguiente, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: "¡Miren, ese es el Cordero de Dios, [17] que quita el pecado del mundo!

    30. A él me refería yo cuando dije: 'Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existía antes que y o. '[18]

    31. yo mismo no sabía quién era; pero he venido bautizando con agua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca."

    32. Juan también declaró: "He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma, y reposar sobre él.

    33. yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: 'Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo. '

    34. yo y a lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios."[19]

    Los primeros discípulos

    35. Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus seguidores.

    36. Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: –¡Miren, ese es el Cordero de Dios!

    37. Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús.

    38. Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó: –¿Qué están buscando? Ellos dijeron: –Maestro, ¿dónde vives?

    39. Jesús les contestó: –Vengan a verlo. Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque y a eran como las cuatro de la tarde.

    40. Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro.

    41. Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo: –Hemos encontrado al Mesías (que significa: Cristo).

    42. Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús; cuando Jesús lo vio, le dijo: –Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (que significa: Pedro). [20]

    Jesús llama a Felipe y a Natanael

    43. Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Encontró a Felipe, y le dijo: –Sígueme.

    44. Este Felipe era del pueblo de Betsaida, de donde eran también Andrés y Pedro.

    45. Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: –Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en los libros de la ley, y de quien también escribieron los profetas. Es Jesús, el hijo de José, [21] el de Nazaret.

    46. Dijo Natanael: –¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: –Ven y compruébalo.

    47. Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo: –Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.

    48. Natanael le preguntó: –¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió: –Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.

    49. Natanael le dijo: –Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!

    50. Jesús le contestó: –¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.

    51. También dijo Jesús: –Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. [22]