Lucas 9 - Dios habla hoyMisión de los doce discípulos1. Jesús reunió a sus doce discípulos, y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. 2. Los envió a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. [1] 3. Les dijo: –No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni ropa de repuesto. 4. En cualquier casa donde lleguen, quédense hasta que se vayan del lugar. 5. y si en algún pueblo no los quieren recibir, salgan de él y sacúdanse el polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia. [2] 6. Salieron ellos, pues, y fueron por todas las aldeas, anunciando la buena noticia y sanando enfermos. Muerte de Juan el Bautista7. El rey Herodes oyó hablar de todo lo que sucedía; y no sabía qué pensar, porque unos decían que Juan había resucitado, 8. otros decían que había aparecido el profeta Elías, y otros decían que era alguno de los antiguos profetas, que había resucitado. [3] 9. Pero Herodes dijo: –Yo mismo mandé que le cortaran la cabeza a Juan. ¿Quién será entonces este, de quien oigo contar tantas cosas? Por eso Herodes procuraba ver a Jesús. [4] Alimentación de los cinco mil10. Cuando los apóstoles regresaron, contaron a Jesús lo que habían hecho. Él, tomándolos aparte, los llevó a un pueblo llamado Betsaida. 11. Pero cuando la gente lo supo, lo siguieron; y Jesús los recibió, les habló del reino de Dios y sanó a los enfermos. 12. Cuando y a comenzaba a hacerse tarde, se acercaron a Jesús los doce discípulos y le dijeron: –Despide a la gente, para que vayan a descansar y a buscar comida por las aldeas y los campos cercanos, porque en este lugar no hay nada. 13. Jesús les dijo: –Denles ustedes de comer. Ellos contestaron: –No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar comida para toda esta gente. 14. Pues eran unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: –Háganlos sentarse en grupos como de cincuenta. 15. Ellos obedecieron e hicieron sentar a todos. 16. Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y , mirando al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y se los dio a sus discípulos para que los repartieran entre la gente. 17. La gente comió hasta quedar satisfecha, y recogieron en doce canastos los pedazos sobrantes. [5] La confesión de Pedro18. Un día en que Jesús estaba orando solo, y sus discípulos estaban con él, les preguntó: –¿Quién dice la gente que soy y o? 19. Ellos contestaron: –Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los antiguos profetas, que ha resucitado. 20. –Y ustedes, ¿quién dicen que soy? –les preguntó. Y Pedro le respondió: –Eres el Mesías de Dios. [6] Jesús anuncia su muerte21. Pero Jesús les encargó mucho que no dijeran esto a nadie. 22. y les dijo: –El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo van a matar, pero al tercer día resucitará. [7] 23. Después les dijo a todos: –Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. 24. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la salvará. [8] 25. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo? 26. Pues si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con su gloria y con la gloria de su Padre y de los santos ángeles. [9] 27. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán sin antes La transfiguración28. Unos ocho días después de esta conversación, Jesús subió a un cerro a orar, acompañado de Pedro, Santiago y Juan. 29. Mientras oraba, el aspecto de su cara cambió, [11] y su ropa se volvió muy blanca y brillante; 30. y aparecieron dos hombres conversando con él. Eran Moisés y Elías, 31. que estaban rodeados de un resplandor glorioso y hablaban de la partida de Jesús de este mundo, que iba a tener lugar en Jerusalén. 32. Aunque Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. 33. Cuando aquellos hombres se separaban y a de Jesús, Pedro le dijo: –Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pero Pedro no sabía lo que decía. 34. Mientras hablaba, una nube se posó sobre ellos, [12] y al verse dentro de la nube tuvieron miedo. 35. Entonces de la nube salió una voz, que dijo: "Este es mi Hijo, mi elegido: escúchenlo."[13] 36. Cuando se escuchó esa voz, Jesús quedó solo. Pero ellos mantuvieron esto en secreto y en aquel tiempo a nadie dijeron nada de lo que habían visto. Jesús sana a un muchacho endemoniado37. Al día siguiente, cuando bajaron del cerro, una gran multitud salió al encuentro de Jesús. 38. y un hombre de entre la gente le dijo con voz fuerte: –Maestro, por favor, mira a mi hijo, que es el único que tengo; 39. un espíritu lo agarra, y hace que grite y que le den ataques y que eche espuma por la boca. Lo maltrata y no lo quiere soltar. 40. He rogado a tus discípulos que le saquen ese espíritu, pero no han podido. 41. Jesús contestó: –¡Oh gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes y soportarlos? Trae acá a tu hijo. 42. Cuando el muchacho se acercaba, el demonio lo tiró al suelo e hizo que le diera otro ataque; pero Jesús reprendió al espíritu impuro, sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre. 43. y todos se quedaron admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de lo que Jesús hacía, él dijo a sus discípulos: Jesús anuncia otra vez su muerte44. –Oigan bien esto y no lo olviden: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres. [14] 45. Pero ellos no entendían lo que les decía, pues todavía no se les había abierto el entendimiento para comprenderlo; además tenían miedo de pedirle a Jesús que se lo explicara. ¿Quién es el mayor?46. Por entonces los discípulos comenzaron a discutir quién de ellos sería el más importante. [15] 47. Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso junto a él 48. y les dijo: –El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. [16] Por eso, el más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante. El que no es contra nosotros, por nosotros es49. Juan le dijo: –Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros. 50. Jesús le contestó: –No se lo prohíban, porque el que no está contra nosotros, está a nuestro favor. [17] Jesús reprende a Jacobo y a Juan51. Cuando y a se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén. 52. Envió por delante mensajeros, que fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; 53. pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque se daban cuenta de que se dirigía a Jerusalén. 54. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: –Señor, ¿quieres que ordenemos que baje fuego del cielo, y que acabe con ellos? 55. Pero Jesús se volvió y los reprendió. [18] 56. Luego se fueron a otra aldea. Los que querían seguir a Jesús57. Mientras iban de camino, un hombre le dijo a Jesús: –Señor, deseo seguirte a dondequiera que vayas. 58. Jesús le contestó: –Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza. 59. Jesús le dijo a otro: –Sígueme. Pero él respondió: –Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre. 60. Jesús le contestó: –Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el reino de Dios. 61. Otro le dijo: –Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de los de mi casa. 62. Jesús le contestó: –El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios. |