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miércoles, julio 17, 2024
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    Hageo 2 - El Libro del Pueblo de Dios

    La gloria del nuevo templo

    1. El día veintiuno del séptimo mes, la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en estos términos:

    2. Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo:

    3. ¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta Casa en su antiguo esplendor? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿No es como nada ante sus ojos?

    4. ¡Animo, Zorobabel! -oráculo del Señor-. ¡Animo, Josué, hijo de Iehosadac, Sumo Sacerdote! ¡Animo, todo el pueblo del país! -oráculo del Señor-. ¡Manos a la obra! Porque yo estoy con ustedes -oráculo del Señor de los ejércitos-

    5. según el compromiso que contraje con ustedes cuando salieron de Egipto, y mi espíritu permanece en medio de ustedes. ¡No teman!

    6. Porque así habla el Señor de los ejércitos: Dentro de poco tiempo, yo haré estremecer el cielo y la tierra, el mar y el suelo firme.

    7. haré estremecer a todas las naciones: entonces afluirán los tesoros de todas las naciones y llenaré de gloria esta Casa, dice el Señor de los ejércitos.

    8. ¡Son míos el oro y la plata! -oráculo del Señor de los ejércitos-

    9. La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar yo daré la paz -oráculo del Señor de los ejércitos-.

    La infidelidad del pueblo es reprendida

    10. El día veinticuatro del noveno mes, el segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al profeta Ageo, en estos términos:

    11. Así habla el Señor de los ejércitos: Consulta a los sacerdotes sobre el caso siguiente:

    12. "Si alguien lleva en los pliegues de su ropa carne ofrecida en sacrificio y toca con ellos pan, caldo, vino, aceite o cualquier clase de alimentos, ¿todo esto quedará consagrado?" Los sacerdotes respondieron: "¡No!.

    13. Ageo prosiguió: "Si alguien contaminado por un cadáver toca alguna de estas cosas, quedarán impuras?". Los sacerdotes respondieron: "¡Si, quedarán impuras!

    14. Entonces Ageo tomó la palabra y dijo: ¡Así es este pueblo! ¡Así es esta nación delante de mí! -oráculo del Señor- "¡Así es toda la obra de sus manos! ¡Y lo que ellos ofrecen aquí es impuro!.

    15. Y ahora, reflexionen desde hoy en adelante. Antes de poner piedra sobre piedra en el Templo del Señor,

    16. ¿qué les pasaba a ustedes? Alguien iba a pesar un montón de grano estimado en veinte medidas, y no había mas que diez; iba al lagar para sacar cincuenta medidas, y no había más que veinte.

    17. Yo los castigué con la sequía, el pulgón y el granizo en toda la obra de sus manos, ¡pero ustedes no han vuelto a mi! -oráculo del Señor-.

    18. Reflexionen desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes en que se pusieron los cimientos del Templo del Señor. Reflexionen:

    19. ¿Queda aún semilla en el granero? ¿Todavía no han dado nada la vid, la higuera, el granado y el olivo? A partir de este día, yo daré mi bendición.

    Promesa de Jehová a Zorobabel

    20. La palabra del Señor llegó por segunda vez a Ageo, el día veinticuatro del mismo mes, en estos términos:

    21. Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, y dile: Yo haré estremecer el cielo y la tierra,

    22. derribaré el trono de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; derribaré los carros y sus conductores, los caballos y sus jinetes caerán abatidos, cada uno bajo la espada de su hermano.

    23. Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- yo te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi servidor -oráculo del Señor- y haré de ti un anillo para sellar, porque yo te he elegido -oráculo del Señor de los ejércitos-.