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jueves, julio 18, 2024
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    Jeremías 39 - El Libro del Pueblo de Dios

    Caída de Jerusalén

    1. El noveno año de Sedecías, rey de Judá, en el décimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó hasta Jerusalén con todo su ejército, y la sitiaron.

    2. El undécimo año de Sedecías, el día nueve del cuarto mes, se abrió una brecha en la ciudad.

    3. Entonces entraron todos los jefes del rey de Babilonia, y se instalaron en la puerta del Medio: Nergalsaréser, Samgarnebó, Sarsequím, jefe de los eunucos, Nergalsaréser, gran mago, y todos los otros jefes del rey de Babilonia.

    4. Al ver esto, Sedecías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra huyeron de la ciudad, saliendo de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre las dos murallas, y tomaron el camino de la Arabá.

    5. Las tropas de los caldeos los persiguieron, y alcanzaron a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo apresaron y lo hicieron subir a Riblá, en el país de Jamat, ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, y este dictó sentencia contra él.

    6. El rey de Babilonia hizo degollar en Riblá a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y también a todos los nobles de Judá.

    7. A Sedecías le sacó los ojos y lo ató con una doble cadena de bronce, para llevarlo a Babilonia.

    8. Los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron las murallas de Jerusalén.

    9. Nebuzaradán, comandante de la guardia, deportó a Babilonia al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado a él, y al resto de los artesanos.

    10. Sólo a los más pobres entre el pueblo, a los que no poseían nada, Nebuzaradán, comandante de la guardia, los dejó en el país de Judá, asignándoles en aquel día viñas y terrenos.

    Nabucodonosor cuida de Jeremías

    11. Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado esta orden a Nebuzaradán, comandante de la guardia, acerca de Jeremías:

    12. "Tómalo, mira por él, y no le hagas ningún mal, sino trátalo como él te diga".

    13. Nebuzaradán, comandante de la guardia, Nebusazbán, jefe de los eunucos, Nergalsaréser, jefe de los magos, y todos los altos oficiales del rey de Babilonia,

    14. mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia, y se lo encomendaron a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán, para que lo dejara ir a su casa. Así Jeremías permaneció en medio del pueblo.

    Dios promete librar a Ebed-melec

    15. La palabra del Señor llegó a Jeremías, mientras estaba detenido en el patio de la guardia, en estos términos:

    16. Ve a decir a Ebed Mélec, el cusita: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a cumplir mis palabras acerca de esta ciudad, para mal y no para bien; tú las tendrás presentes en aquel día.

    17. Pero yo te libraré en aquel día -oráculo del Señor- y tú no serás entregado en las manos de los hombres que temes.

    18. Porque ciertamente yo te dejaré escapar, y no caerás bajo la espada; tu vida será para ti un botín, porque has confiado en mí -oráculo del Señor-.