31.4 C
Miami
lunes, agosto 26, 2024
Más


    Salmos 73 - Spanish Sagradas Escrituras

    El destino de los malos Salmo de Asaf.

    1. Salmo de Asaf. Ciertamente bueno es Dios a Israel, a los limpios de corazón.

    2. En cuanto a mí, casi se apartaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.

    3. Porque me enojé contra los locos, viendo la paz de los impíos.

    4. Porque no hay ataduras para su muerte; antes su fortaleza está entera.

    5. No pasan trabajos como otros seres humanos; ni son azotados con los hombres.

    6. Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia.

    7. Sus ojos están salidos de gruesos; logran con creces los antojos del corazón.

    8. Se soltaron, y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería.

    9. Ponen contra el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra.

    10. Por eso su pueblo volverá aquí, y aguas de lleno le son exprimidas.

    11. Y dirán: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo más alto?

    12. He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

    13. Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en limpieza;

    14. y he sido azotado todo el día, y castigado por las mañanas:

    15. Si dijera yo, hablaré como ellos; he aquí habría negado la generación de tus hijos:

    16. Pensaré pues para entender esto; es a mis ojos duro trabajo.

    17. Hasta que venga al santuario de Dios, entonces entenderé la postrimería de ellos.

    18. Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.

    19. ¡Cómo han sido asolados! ¡Cuán en un punto! Se acabaron, fenecieron con turbaciones.

    20. Como sueño del que despierta, así , Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias.

    21. Se desazonó a la verdad mi corazón, y en mis riñones sentía punzadas.

    22. Mas yo era ignorante, y no entendía; era como una bestia acerca de ti.

    23. Con todo, yo siempre estuve contigo; trabaste de mi mano derecha.

    24. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria.

    25. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti ? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

    26. Mi carne y mi corazón desfallecen; la fuerza de mi corazón es que mi porción es Dios para siempre.

    27. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú cortas a todo aquel que fornica de ti.

    28. Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios me es el bien; he puesto en el Señor DIOS mi esperanza, para contar todas tus obras.