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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 12 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Los labradores malvados

    1. Y comenzó a hablarles por parábolas(a): "Un hombre plantó una viña, y la cercó con vallado, y cavó(b) un lagar, y edificó una torre; y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos de su tierra.

    2. Y a su tiempo envió uno de sus siervos a los labradores, para que recibiese de los labradores el fruto de la viña(c).

    3. Ellos asiendo de él, lo hirieron, y lo enviaron vacío.

    4. Y volvió a enviarles otro siervo; y le hirieron en la cabeza(d), y le hicieron muchos escarnios(e).

    5. Y de nuevo envió otro, y le mataron, y otros muchos(f), de los cuales a unos hirieron, y a otros mataron.

    6. Mas como tuviese aún un hijo, a quien amaba tiernamente, se lo envió también el postrero, diciendo: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.

    7. Pero los labradores dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Venid, matémosle; y será nuestra la heredad’(g).

    8. Y trabando de él, le mataron, y le echaron fuera de la viña.

    9. ¿Qué hará pues el dueño de la viña? Vendrá, y acabará con los labradores, y dará la viña a otros.

    10. ¿No habéis leído esta escritura: La piedra, que desecharon los que edificaban, ésta es puesta por la principal de la esquina(h);

    11. Por el Señor ha sido hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos?"

    12. Y buscaban medios de prenderle, mas temieron al pueblo, porque entendieron, que contra ellos había dicho esta parábola. Y dejándole, se fueron.

    La cuestión del tributo

    13. Y le enviaron algunos de los fariseos, y de los herodianos(i), para que le tomasen en alguna palabra.

    14. Ellos viniendo le dicen: "Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no atiendes a respetos humanos; porque no miras a los hombres por la apariencia, sino que enseñas el camino de Dios según verdad: ¿Es lícito dar tributo al César, o no se lo daremos(j)?"

    15. Él, entendiendo la superchería de ellos(k), les dijo: "¿Por qué me tentáis? Traedme acá un denario(l), para verlo".

    16. Y ellos se lo trajeron. Y les dijo: "¿Cuya es esta figura, y letrero?" "Del César", le respondieron.

    17. Y Jesús respondió, y les dijo: "Pues dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y se maravillaban de ello(m).

    La pregunta sobre la resurrección

    18. Y vinieron a él los saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaban, diciendo:

    19. "Maestro, Moisés nos dejó escrito, que si muriere el hermano de alguno, y dejare mujer, y no tuviere hijos, que tome su hermano la mujer de él, y que levante linaje a su hermano(n).

    20. Pues eran siete hermanos: y el mayor tomó mujer, y murió sin dejar sucesión;

    21. El segundo la tomó, y murió también sin dejar hijos; y el tercero de la misma manera.

    22. Y asimismo la tomaron los siete; y no dejaron hijos. Y la postrera(o) de todos murió también la mujer.

    23. Al tiempo pues de la resurrección(p), cuando volvieron a vivir, ¿de cuál de estos será mujer? porque todos siete la tuvieron por mujer".

    24. Y respondiendo Jesús, les dijo: "¿No veis que erráis, porque no comprendéis las Escrituras, ni la virtud de Dios(q)?

    25. Porque cuando resucitarán de entre los muertos, ni se casarán, ni serán dados en casamiento(r), sino que serán como los ángeles(s) en los cielos.

    26. Y de los muertos que hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, cómo Dios le habló sobre la zarza(t), diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob?

    27. No es Dios de muertos, sino de vivos(u)

    El gran mandamiento

    28. Y se llegó uno de los escribas, que los había oído disputar, y viendo que les había respondido bien, le preguntó cuál era el primero de todos los mandamientos.

    29. Y Jesús le respondió: "El primer mandamiento de todos es: Escucha, Israel: el Señor tu Dios(v) un solo Dios es(w);

    30. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todo tu entendimiento, y de todas tus fuerzas. Este es el primer mandamiento.

    31. Y el segundo semejante es a él(x): Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos"(y).

    32. Y le dijo el escriba: "Maestro, en verdad has dicho bien, que uno es Dios, y no hay otro fuera de Él.

    33. Y que amarle de todo corazón, y de todo entendimiento, y de toda el alma, y de todo poder, y amar al prójimo como a sí mismo, es más que todos los holocaustos, y sacrificios".

    34. Jesús, cuando vio que había respondido sabiamente, le dijo(z): "No estás lejos del reino de Dios"(a). Y ya ninguno se atrevía a preguntarle.

    ¿De quién es hijo el Cristo?

    35. Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo: "¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?

    36. Porque el mismo David por el Espíritu Santo(b) dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga tus enemigos por tarima de tus pies.

    37. Pues el mismo David le llama Señor, ¿de dónde pues es su hijo?" Y una grande multitud de pueblo le oía con gusto(c).

    Jesús acusa a los escribas

    38. Y les decía en su doctrina: "Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y que los saluden en las plazas,

    39. Y estar en las sinagogas en las primeras sillas, y en las cenas en los primeros asientos;

    40. Que devoran las casas de las viudas con pretexto de largas oraciones(d). Éstos serán juzgados con mayor rigor".

    La ofrenda de la viuda

    41. Y estando Jesús sentado de frente al arca de las ofrendas(e), estaba mirando cómo echaban las gentes el dinero en el arca: y muchos ricos echaban mucho.

    42. Y vino una pobre viuda, y echó dos pequeñas piezas(f) del valor de un cuadrante(g).

    43. Y llamando a sus discípulos, les dijo: "En verdad os digo, que más echó esta pobre viuda, que todos los otros que echaron en el arca.

    44. Porque todos han echado(h) de aquello que les sobraba; mas ésta de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento(i)".