Ezequiel 33 - Jünemann Septuaginta en españolEl deber del atalaya1. El profeta es atalaya; Dios es justo. Caída de Jerusalén. Castigo de los remanentes. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo: 2. «Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: «Tierra sobre la cual traigo espada y tomare el pueblo de la tierra a un hombre, uno de entre ellos; y se lo dieren en atalaya; 3. y él viere la espada venir sobre la tierra, y trompeteare con la trompeta, y avisare al pueblo, 4. y oyere el oyente la voz de la trompeta, y no se guardare, y viniere la espada y le cogiere; su sangre sobre su cabeza será; 5. pues la voz de la trompeta oyendo, no se guardó, su sangre sobre él será; y ése, porque se guardó, su alma libró. 6. Y el atalaya, si viere la espada venir, y no avisare con la trompeta, y el pueblo no se guardare; y, viniendo la espada, cogiere, de entre ellos, un alma; ésta, por su iniquidad ha sido cogida; y la sangre de mano del atalaya pediré. 7. Y tú, hijo de hombre por atalaya te he dado a la casa de Israel; y oirás, de boca mía, palabra. 8. Al decir yo al pecador: «De muerte morirás», y no hablares que se guarde el impío en su camino el mismo inicuo por su iniquidad perecerá; pero su sangre de tu mano pediré. 9. Mas si pronunciares al impío su camino para que se aparte de él; y no se apartare de su camino, ése por su impiedad morirá, y tú, a tu almas has librado.» El camino de Dios es justo10. Y tú, hijo de hombre, di a la casa de Israel: «Así habéis hablado, diciendo: «Los errores nuestros y las iniquidades nuestras sobre nosotros son, y en ellos nos consumimos; ¿y cómo viviremos?» 11. Diles: «¡Vivo yo!» Esto dice el Señor: «No quiero la muerte del impío —¡que se convierta el impío de su camino y viva! Con conversión convertíos de vuestro camino; y ¿por qué morís, casa de Israel? 12. Di a los hijos de tu pueblo: «Justicia de justo no le librará, no, en el día que errare; e iniquidad de impío no le dañará, no, en el día que se convirtiere de su iniquidad; y el justo no podrá salvar(a), no. 13. Diciendo yo al justo: «Este confía en su justicia, y hará iniquidad; todas sus justicias no se rememorarán, no; en su injusticia que hizo, en ella morirá. 14. Y diciendo yo al impío: «De muerte morirás», y si se apartare(b) de su pecado, e hiciere juicio y justicia; 15. y prenda restituyere y rapiñas devolviere; en preceptos de vida anduviere, no haciendo lo injusto; de vida vivirá, y no morirá, no; 16. todos(c) sus pecados que pecó, no se rememorarán, no; pues juicio y justicia ha hecho, en ellos vivirá. 17. Y dirán los hijos de tu pueblo: «No recto el camino del Señor»; y ella, la vía de ellos, no recta. 18. Apartándose el justo de su justicia; y hará iniquidades y morirá en ellas. 19. Y apartándose el pecador de sus iniquidades; y hará juicio y justicia, en ellos él vivirá. 20. Y esto es lo que habéis dicho: «No recto es el camino del Señor.» A cada cual en sus caminos os juzgaré, casa de Israel.» Nuevas de la caída de Jerusalén21. Y aconteció en el duodécimo año, en el duodécimo(d) mes, el quinto del mes de nuestra cautividad, que vino a mí el salvado de Jerusalén, diciendo: «Capturada está la ciudad.» 22. Y fue hecha sobre mí la mano del Señor, a la tarde, antes de venir aquél, y abrió mi boca hasta que vino a mí, a la mañana; y abierta mi boca, no se contuvo ya. 23. Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo: 24. «Hijo de hombre, los que habitan las yermadas(e) sobre la tierra de Israel, dicen: «Uno era Abrahán, y poseyó la tierra; y nosotros muchos somos, a nosotros está dada la tierra en posesión.» 25. Por esto diles: [«Así dijo el Señor Señor: «Con la sangre comeréis y vuestros ojos alzaréis a vuestros ídolos; y sangre derramaréis; ¿y la tierra poseeréis?» 26. Os apoyasteis en vuestra espada; hicisteis abominación, y varón a la mujer de su prójimo manchasteis, y ¿la tierra poseeréis?] 27. Esto dice el Señor Señor: «¡Vivo yo! si acaso los en las desiertas en cuchillas no caerán, y los sobre la faz del campo, a las bestias del ogro serán dados en devoración; y los en las muradas y los en las cavernas con muerte mataré. 28. Y daré la tierra desierta y perecerá la altanería de la fuerza de ella; y yermados serán los montes de Israel, por no haber quien transite. 29. Y conocerán que yo soy el Señor. Y haré en tierra yerma, y yermada será por todas sus abominaciones que han hecho. 30. Y tú, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo, que hablan de ti junto a los muros y en las puertas de las casas; y hablan hombre a su hermano, diciendo: «Reunámonos y oigamos lo que sale del Señor.» 31. Vienen a ti, como se junta el pueblo, y siéntanse delante de ti, y oyen tus palabras y no las harán, no; pues mentira en su boca y, en pos de contaminaciones, su corazón. 32. Y eres para ellos, como voz de salterio dulcísono, bien templado, y oirán tus palabras, y no las harán, no. 33. Y, cuando viniere(f), dirán: «He aquí llega» y conocerán que un profeta había en medio de ellos». |