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jueves, julio 18, 2024
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    Jeremías 42 - Jünemann Septuaginta en español

    Mensaje a Johanán

    1. Manda Dios que no emigren a Egipto Y acercáronse todos los jefes del ejército, y Joanán, y Jezonías, hijo de Azaías, y todo el pueblo, de pequeño, y hasta grande, a Jeremías, el profeta, y dijéronle:

    2. «Caiga ahora nuestra misericordia ante tu faz, y ora al Señor, tu Dios, por estos restantes; que restamos pocos de muchos, según tus ojos ven.

    3. Y anúncienos el Señor, tu Dios, el camino que hemos de ir, en él, y palabra que hemos de hacer».

    4. Y díjoles Jeremías: «He oído; he aquí oraré al Señor, nuestro Dios, según vuestras palabras; y será la palabra que respondiere el Señor, la que os anunciaré; no ocultaré, no, de vosotros palabra».

    5. Y ellos dijeron a Jeremías: «Sea el Señor, entre nosotros, en testigo justo y fiel si no, según toda la palabra que nos enviare el Señor; así hiciéremos.

    6. Y si bueno y si malo, la voz del Señor, nuestro Dios, a quien te enviamos, a él, oiremos; para que mejor nos esté; que oiremos la voz del Señor, nuestro Dios».

    7. Y aconteció, después de diez días, fue hecha palabra del Señor a Jeremías.

    8. Y llamó a Joanán y los jefes del ejército y a todo el pueblo; de pequeño y hasta grande,

    9. y díjoles: «Así dijo el Señor:

    10. «Si sentando os sentareis en esta tierra, os edificaré, y no arrasaré, no; y os plantaré, y no desarraigaré, no; pues he reposado de los males que os he hecho.

    11. No temáis de faz del rey de Babilón, de quien vosotros teméis, de su faz; no temáis, dice el Señor; pues con vos yo, para libraros y salvaros de mano de ellos.

    12. Y daréos piedad, y me apiadaré de vos y os volveré a vuestra tierra.

    13. Y si decís vos: «No nos sentaremos en esta tierra, no; por no oír la voz del Señor;

    14. pues a tierra de Egipto entraremos, y no hemos de ver, no, guerra; y voz de trompeta, no oír, no; y en panes no hambrear, no; y allí habitaremos»;

    15. por esto oíd la palabra del Señor: «Así dijo el Señor: «Si vosotros dais vuestro semblante a Egipto y entráis allí a habitar;

    16. será: la espada que vosotros teméis, a faz de ella, os hallará en tierra de Egipto; y el hambre con que vos cuenta tenéis, a faz de ella os cogerá, tras vos, en Egipto; y allí moriréis.

    17. Y serán todos los hombres y todos los alienígenas, los que dieren su semblante a la tierra de Egipto, a habitar allí; desfallecerán en la espada y en el hambre; y no habrá de ellos ninguno que salve de los males que yo traigo sobre ellos.

    18. Porque así dijo el Señor: «Así como destiló mi furor sobre los habitantes de Jerusalén; así destilará mi furor sobre vos, entrando vos en Egipto; y seréis en intransitable(a) y manumitidos y en maldición y oprobio; y no veréis, no, ya este lugar».

    19. Lo que ha hablado el Señor sobre vos, los residuos de Judá: «No entréis en Egipto». Y ahora, conociendo, conoceréis;

    20. que prevaricasteis en vuestros corazones enviándome, diciendo: «Ora por nos al Señor;» y «según todo lo que te hablare el Señor, haremos».

    21. Y no habéis escuchado la voz del Señor, con la cual me envió a vosotros.

    22. Y ahora en espada y en hambre desfalleceréis en el lugar que vos queréis entrar, para habitar allí».